Riesgos de terceros y por corrupción se encuentran entre las principales preocupaciones de los ejecutivos de cumplimiento

Una encuesta a 267 altos ejecutivos de cumplimiento y ética revela que los riesgos de soborno y corrupción – y los programas para reducir estos riesgos – están evolucionando, pero no de manera consistente.

El estudio realizado por Kroll y Ethisphere Institute encontró que el 55% de los encuestados se mostró poco seguros de su capacidad para detectar problemas con terceros, y el 25% directamente se mostró inseguro. Incluso cuando se realizó una debida diligencia de terceros y los problemas surgieron con posterioridad, el 48% dijo que la diligencia debida no fue lo suficientemente profunda y el 42% dijo que las contrariedades que fueron descubiertas no fueron tratadas adecuadamente.

Casi la mitad de los encuestados, el 40%, cree que los riesgos de soborno y corrupción de su organización aumentarán este año. Las razones citadas por los encuestados para el aumento del riesgo incluyen la expansión mundial, los aumentos en el número de relaciones con terceras partes, y un mayor cumplimiento de las regulaciones existentes.

Una importante novedad ha sido el compromiso y la participación de los presidentes ejecutivos y juntas de dirección en los esfuerzos y agendas anticorrupción de la organización. Cerca de la mitad de los encuestados, 47%, señaló que los altos directivos de sus empresas están altamente comprometidos en la lucha contra la corrupción. Sin embargo, un número considerable aún no pueden decir si su junta directiva, un 33% de los encuestados, o el mismo presidente ejecutivo, en un 26%, han asumido este compromiso.

A pesar de los problemas, el 48% afirmó que sus organizaciones no llevan a cabo auditorías de terceros; para aquellas organizaciones que sí lo hacen, el 31% realiza auditorías en forma regular y el 30% lo hace anualmente, el 5% trimestral y un 2% cada seis meses. Solo un 34% de los encuestados señala que están proveyendo entrenamiento a terceras partes, una caída en comparación con los números del año pasado.

Una de las razones para la falta de auditoría es la falta de personal y presupuesto, dijo Lee Kirschbaum, presidente de Kroll Compliance. «Es una cuestión de encontrar a las personas y luchar por el presupuesto», dijo. El departamento de cumplimiento tiene que «argumentar el caso» de por qué se necesita el dinero para llevar a cabo las auditorías y asegurarse de que la alta gerencia sepa que «no sólo se trata de marcar la casilla».

Los terceros representan un riesgo persistente, pero algunos errores se pueden prevenir. Cuando se considera que tres de cada cuatro casos de soborno extranjero involucran pagos a través de terceros, cualquier falta de confianza o preparación en la detección de violaciones por parte de terceros es preocupante. El volumen de terceros contratados por organizaciones sigue siendo alta (el 47% de los encuestados deben lidiar con más de 1.000 terceros, y el 17% trata con más de 25.000), pero la certeza de poder identificar actividad ilícita por parte de terceros no está lejos de ser perfecta.

Uno de cada cuatro encuestados no confía en absoluto en los controles actuales de su empresa para identificar actividades ilegales de terceros con respecto a las leyes anticorrupción. Mientras tanto, casi la mitad de los encuestados (47%) señala que no tienen suficientes recursos para apoyar los esfuerzos contra la corrupción de su organización. Tomados en conjunto, estos hallazgos indican que se espera que los encuestados hagan mucho más de lo que pueden hacer con sus recursos, y que los métodos manuales tradicionales de gestión de los riesgos de corrupción de terceros pueden no ser suficientes para hacer frente a los volúmenes cada vez mayores.

Cuando se le preguntó por qué pensaban que cuestiones de cumplimiento, éticas y legales habían aparecido en relación con terceros – incluso cuando habían realizado la diligencia debida – los encuestados informaron que la diligencia no había sido lo suficientemente amplia (48%), los problemas que surgieron durante la debida diligencia no fueron solucionados adecuadamente (42%), y el 43% informó sobre «otras» cuestiones, incluyendo varios de los encuestados citaron la presión para completar la diligencia debida con rapidez. La buena noticia es que, en gran medida, estos inconvenientes son prevenibles o superables con el adecuado ajuste de los riesgos con los recursos.

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