México prepara un nuevo sistema electrónico para facilitar la transferencia de dólares entre negocios del país y evitar el cierre de relaciones de corresponsalía en EE.UU.

El gobierno mexicano, en un intento por contrarrestar efectos no deseados de la ofensiva de Estados Unidos contra el lavado de dinero, que se traduce en el cierre de cuentas en EE.UU. para instituciones mexicanas, está trabajando en un sistema electrónico para que las transferencias en dólares entre negocios mexicanos se realicen dentro de un sistema electrónico supervisado por el Banco Central, comentó hace unos días el director de Comunicación del Banco de México, Ricardo Molina a la agencia de noticias Bloomberg.

“El Banco de México está implementando un sistema de pagos para operaciones entre cuentas en dólares de personas morales de los bancos del país”, expuso en una presentación en noviembre del año pasado Lorenza Martínez Trigueros de la Dirección de Sistemas de Pagos y Servicios Corporativos del Banco de México. «Con el objeto de blindar este sistema contra el uso para operaciones con recursos de procedencia ilícita, el Banco de México—Banxico—requerirá a los participantes contar con esquemas robustos de prevención de lavado de dinero y combate al financiamiento del terrorismo».

El nuevo sistema, que busca simplificar los esquemas operativos para procesar pagos en dólares dentro de México y reducir los requerimientos de liquidez al concentrar todos los pagos en un solo sistema, podría necesitar la participación de un oficial de cumplimiento única y exclusivamente para monitorear el sistema, es decir que el área de prevención de lavado de dinero de los sujetos obligados podría llegar a experimentar más presión para vigilar las transacciones que pasen por este sistema.

Algunos bancos extranjeros han cortado sus lazos con sus equivalentes mexicanos en los últimos años en un proceso conocido como “de-risking” (el cierre de vínculos comerciales o relaciones que no se consideran suficientemente valiosas sopesando el riesgo que implican), y la medida está dirigida a proveer una solución a esta creciente problemática.

La transferencia de dólares hacia EE.UU. se ha dificultado luego de que las autoridades estadounidenses intensificaron las presiones y sanciones contra bancos y otras entidades que no han podido, o querido, alertar sobre transferencias o movimientos de fondos vinculados con organizaciones delictivas. En los últimos años, bancos internacionales pagaron miles de millones en multas y sanciones por falencias en el control de la transferencia de fondos entre países.

En 2012, HSBC pagó una multa de U$1.900 millones por fallas ALD en sus relaciones con clientes mexicanos e incumplimiento del régimen de sanciones de EE.UU. y más recientemente Citigroup decidió al cierre de Banamex USA, que cuenta con sucursales en Texas y California que presta servicios a clientes mexicanos, luego de pagar una multa relacionada con violación de requisitos antilavado de dinero de la filial. Rabobank Groep, de Holanda, también cerró sucursales en la frontera de EE.UU. con México que estaban siendo investigadas por las autoridades estadounidenses.

La nueva iniciativa permitirá a los negocios mexicanos enviar dólares a través de una cámara de compensación vigilada por el Banco Central de México, que se encargará de supervisar el sistema de transferencia y su relación con un banco de compensación estadounidense.

El plan mexicano significa un nuevo enfoque para un tema que preocupa a bancos y otras entidades financieras de todo el mundo luego de que las mayores presiones por parte de las autoridades y reguladores los han puesto nerviosos sobre sus vínculos comerciales para mover dinero en todo el mundo. Las autoridades bancarias de muchos países han señalado que sus instituciones han experimentado una caída en las relaciones de corresponsalía a nivel internacional.

«La meta es simplificar el requerimiento para los bancos estadounidenses de que conozcan a sus clientes, ganando la confianza de los bancos corresponsales de que México está revisando correctamente a esos clientes», indicó Medina a la agencia de noticias.

El sistema, conocido como Sistema de Pagos Interbancarios en Dólares (SPID), contará con un código –LEI, Legal Entity Identifier—que busca establecerse en todo el mercado para identificar las prácticas de conocimiento del cliente y de esta manera proporcionar mayor transparencia y controles antilavado para todos los actores del sistema financiero.

El uso de LEI permitiría una identificación precisa y confiable de las personas morales que participen en estas operaciones…el uso de LEI permitirá la identificación de estos clientes tanto en el ámbito nacional como internacional», señala Martínez Trigueros en su presentación.

El Banco de México ha explorado el uso de LEI en cuatro contextos: las operaciones con instrumentos derivados, las operaciones de corresponsalía, las transacciones transfronterizas y las transacciones domésticas en algunos sistemas de pagos.

Como resultado del análisis del Banco de México sobre la problemática de los servicios de corresponsalía, el uso del LEI en los bancos involucrados en estos servicios apuntaría a «proporcionar un medio de identificación confiable para utilizarlo en las herramientas de conocimiento de clientes y en los acuerdos de compartición de información de diferentes países».

Si bien Hong Kong y Canadá han operado sus propias cámaras de compensación en dólares, la iniciativa de México sería inusual en el sentido de que se ubicaría dentro del sistema bancario estadunidense como un intermediario para dirigir dólares entre las partes nacionales.

Aunque las reglas finales del programa y estructura de tasas aún no han sido publicadas y los bancos participantes todavía no son seleccionados, 25 instituciones mexicanas, todas con acceso a un banco corresponsal en Estados Unidos, están realizando pruebas iniciales en la tecnología del sistema, señaló el funcionario del banco central a la agencia de noticias.