Marco global para combatir el crimen financiero: ¿cómo mejorar su efectividad y resultados?

Por Raul Saccani
Socio – Forensic & Dispute Services, Deloitte
Presidente de la Comisión Anticorrupción, Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Buenos Aires

A pesar de que se invierten decenas de miles de millones de dólares en lucha contra el lavado de dinero en todo el mundo, detener la ola de delitos económicos sigue siendo un desafío increíble. El camino a seguir para mejorar ese marco global incluye avanzar con el enfoque basado en inteligencia; impulsar reformas significativas a los marcos de intercambio de información, la cooperación del sector público y privado y el uso de la tecnología. Es esencial para mejorar la efectividad de la respuesta colectiva a los delitos financieros, cuyo impacto se siente más allá del sector financiero y representa una grave amenaza para la sociedad en su conjunto.

Para explorar este tema con mayor profundidad, Deloitte y el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) encuestaron a instituciones financieras, organismos formuladores de políticas, reguladores y otras autoridades en múltiples jurisdicciones, para evaluar las perspectivas actuales dentro de la industria de servicios financieros y el sector público sobre los desafíos que enfrenta el régimen global de gestión de riesgos de delitos financieros.

Existe un creciente consenso de que el marco global actual para combatir el delito financiero no es tan efectivo como podría ser, y que se necesita hacer más a nivel internacional, regional y nacional para ayudar a identificar y detener el flujo de financiamiento ilícito, una actividad que sostiene algunos de los peores problemas que enfrenta la sociedad hoy en día, incluidos el terrorismo, la explotación sexual, la esclavitud moderna, la caza furtiva de vida silvestre, el narcotráfico, entre otros.

Los delitos financieros contribuyen tanto a estos delitos como a la amenaza a la estabilidad e inclusión financiera. Su mitigación y prevención deben ser priorizadas. Si bien se han invertido miles de millones para hacer frente a este tipo de criminalidad, se debe hacer mayor hincapié en reforzar los esfuerzos de los reguladores y la Justicia, con la ayuda del sector privado, para garantizar que el marco legal y regulatorio y el conjunto de herramientas de gestión de riesgos de delitos financieros se mejoren de forma que pueda lograrse más efectividad.

Esto no quiere decir que no se haya avanzado en esta área. El Grupo de Acción Financiera (GAFI), ahora en su trigésimo año, ha liderado la acción coordinada internacionalmente para reducir la criminalidad financiera transfronteriza, y continúa haciéndolo en áreas nuevas y dinámicas. Sin embargo, una combinación de reforma regulatoria, cambio cultural, la introducción de nuevas formas de trabajo y el despliegue de nueva tecnología podría mejorar significativamente el trabajo de los gobiernos, los reguladores y la industria de servicios financieros, para abordar las amenazas planteadas a nivel mundial.

El informe conjunto de Deloitte y el IIF establece tres amplias áreas para que el sector público y el privado consideren: 1) la estabilidad sistémica y los efectos sociales de la delincuencia financiera, 2) las limitaciones en la efectividad del marco global de gestión del riesgo de delincuencia financiera y 3) un camino a seguir para mejorar ese marco global.

Estos se basan en siete “facilitadores”, donde las reformas de naturaleza sistémica o táctica mejorarían la efectividad general y permitirían una mejora gradual, a fin de continuar el diálogo global sobre un cambio significativo. Algunos ya están bajo consideración o se está actuando sobre ellos a través del GAFI o en ciertos ámbitos nacionales o regionales; y algunos representan un nuevo camino a seguir. Sin embargo, cuando se toman en conjunto a nivel mundial, tienen el poder de transformar la forma en que la sociedad combate el crimen financiero.

  1. i) Mejoras sistémicas globales para la gestión del riesgo de delitos financieros.

La aplicación efectiva y coherente de los estándares mundiales es uno de los principales medios por los cuales el sistema financiero puede salvaguardarse, y los delincuentes pueden ver frustrados sus intentos de sacar provecho de los delitos precedentes. La aplicación inconsistente de los estándares puede generar conflictos entre las reglas y un colapso de la cooperación que contribuye a las ineficiencias, los resultados negativos y la creación de lagunas que pueden ser explotadas por los delincuentes financieros.

Factores como la revisión de las amenazas a la estabilidad financiera a partir de la fragmentación de las reglas a nivel mundial; la revisión y mejora de la efectividad de la implementación de los estándares y guías del GAFI y el aumento del apoyo financiero, logístico y estructural de las organizaciones nacionales y multilaterales contra el PLA/FT, ayudarán a corregir los desequilibrios que pueden generar preocupaciones sistémicas a nivel mundial.

  1. ii) Avance hacia la Participación Público-Privada (PPP).

La Participación Público-Privada (PPP) implica una colaboración entre las instituciones financieras (FI) y otros sujetos obligados, con las Unidades de Inteligencia Financiera, las fuerzas de seguridad, los encargados de formular políticas y la comunidad reguladora. Es fundamental para el desarrollo efectivo de un modelo de combate al delito financiero basado en inteligencia. El desarrollo de las PPP se basa en el reconocimiento de que existe una superposición clara entre los intereses de todas las partes en la lucha contra la delincuencia financiera; y que, al desarrollar marcos que permitan que fluya más inteligencia y conocimiento entre las partes, es posible interrumpir de manera más efectiva los flujos ilegales y prevenir futuras incursiones criminales en el sistema financiero.

Si bien se ha logrado un excelente progreso en el desarrollo de PPP en varias jurisdicciones, todavía queda trabajo por hacer para aprovechar plenamente su potencial. El documento elaborado por Deloitte y el IIF propone una serie de recomendaciones para acelerar el desarrollo de las PPP, incluida la garantía de que cuentan con los recursos apropiados, están potenciadas por puntos de enlace de intercambio de información mejorados y más efectivos, están reforzadas con tecnología mejorada y pueden trabajar de manera más efectiva a través de distintos sectores y fronteras.

Las iniciativas PPP presentan una oportunidad única para ayudar a garantizar que la información y la inteligencia adecuadas estén disponibles para quienes, dentro del marco de la prevención de delitos financieros, son más capaces de utilizarlos para obtener mejores resultados. Los reguladores y los encargados de formular políticas tienen un papel vital que desempeñar en el desarrollo de las iniciativas PPP. La claridad regulatoria con respecto al papel de las PPP puede alentar la participación y ayudar a aumentar la efectividad general del marco regulatorio.

iii) Mejora del intercambio de información transfronteriza y nacional

La gestión del riesgo de delitos financieros se puede mejorar facilitando un mayor intercambio de información, tanto a nivel nacional como internacional. Dicho intercambio es importante para el correcto funcionamiento de las políticas de PLA/FT y otras políticas de prevención de delitos financieros y también es fundamental para abordar las prioridades geopolíticas. Sin embargo, cuestiones como los marcos legales inconsistentes para la protección de datos, la gestión de los ROS (Reportes de Operación Sospechosa), la privacidad y el secreto bancario pueden presentar barreras que inhiben el intercambio de información.

A nivel internacional, se alienta al GAFI a continuar impulsando una reforma coordinada globalmente, diseñada para mejorar la efectividad de los regímenes de intercambio de información de sus estados miembro. Específicamente, el trabajo debe continuar para permitir el intercambio de información; a nivel nacional e internacional dentro de las propias instituciones financieras (a nivel de todo el grupo económico), de institución financiera a institución financiera, de institución financiera a gobierno y de gobierno a gobierno (en ambas direcciones). La implementación del marco actual del GAFI para aumentar el intercambio de información debe ser acelerada por los estados miembro, y deben considerarse cambios adicionales a los estándares del GAFI para garantizar la máxima coherencia y eficacia internacional.

Este documento también recomienda que los gobiernos del G20 y más allá, y los organismos internacionales de formulación de políticas, consideren las oportunidades para fomentar una mayor facilitación del intercambio de información a nivel estratégico, tipologías particulares e indicadores geográficos de riesgo de delitos financieros a nivel nacional, regional e internacional a través de las PPP y otros mecanismos.

Las naciones con el compromiso de abordar la delincuencia financiera compleja deben considerar cómo se puede hacer un mejor uso de la perspectiva integral que puede aportar una institución financiera global, respecto de una instancia particular de delincuencia financiera transfronteriza. Sería beneficioso asegurarse de que cuando se compila una comprensión relativamente completa de estos flujos financieros, no tenga que desglosarse luego, en el momento de la presentación del ROS. Se podría avanzar en este sentido mediante, por ejemplo, la introducción de un ROS “multinacional”.

  1. Mejora del uso y la calidad de los datos

El uso de datos puede ser transformador. Existe cierto grado de consenso sobre la importancia y los beneficios de recopilar, estandarizar y poner a disposición conjuntos de datos contextuales a través de “utilities” que respaldan un proceso coherente, que las instituciones financieras pueden utilizar para cumplir con los requisitos del Conozca a su cliente (KYC) y la Diligencia debida del cliente (CDD), junto con otros enfoques de investigación proactivos.

En la actualidad, el panorama de datos de KYC está fragmentado. Cada una de las instituciones financieras puede tener información sobre el mismo cliente que puede superponerse, pero que también puede ser inconsistente e incompleta, una debilidad que los lavadores pueden navegar para explotar el sistema financiero.

Resulta recomendable extender la disponibilidad de información corporativa centralizada a través de registros de beneficiarios finales, desde las autoridades registrales hacia los sujetos obligados, lo que permitiría convertirse en un multiplicador de fuerza respecto de una de las áreas más desafiantes del proceso KYC. El desarrollo continuo de las “utilities” de KYC podría reducir aún más las brechas de conocimiento entre las instituciones financieras. Es significativo el valor potencial de la identificación digital (ID), tanto a nivel individual como corporativo, como medio para mejorar la eficiencia y la eficacia del proceso de KYC y CDD.

También es importante que las estructuras organizativas, por ejemplo, entre los equipos de PLA/FT, Cyber y Fraude, no establezcan barreras que socaven el intercambio de datos y el desarrollo de una comprensión integral de los delincuentes y las amenazas criminales que operan a través de silos temáticos. Agilizar los esfuerzos para mejorar la fusión de datos en las organizaciones es un facilitador clave para una respuesta efectiva y eficiente en la prevención y detección de delitos financieros.

  1. Reforma de los Reportes de Operación Sospechosa (ROS)

Es obvio afirmar que el régimen de los ROS presenta desafíos tanto para las instituciones financieras como para los reguladores. Se considera que un número significativo de ROS realizados tienen un valor de inteligencia limitado o son de baja calidad. El procesamiento de un gran número de informes de baja calidad, que no mejoran la investigación de la actividad delictiva, desvía recursos (ya limitados) de las UIFs, y es ineficaz para impulsar los resultados del enforcement. Este documento ciertamente no cuestiona la necesidad del régimen ROS pero hace una serie de recomendaciones que buscan mejorar su efectividad.

Mejorar el ciclo de retroalimentación entre las UIF y el sector regulado es clave. Esto crearía un círculo virtuoso que ayudaría a los reportantes a refinar sus sistemas y controles y reducir el volumen de ROS de baja calidad que se presentan. Reducir el volumen de ROS de baja calidad ayudará a aliviar la presión sobre las UIF y permitirá enfocar los recursos de manera más efectiva. Para garantizar que se mejore el ciclo de retroalimentación, es vital que las UIF cuenten con los recursos y el empoderamiento de la tecnología moderna.

La eficacia de los ROS también podría mejorarse mediante reformas que ayudarían a optimizar el uso de los recursos. Un modelo que permitiera a las partes interesadas trabajar en colaboración más fácilmente, sobre sospechas alineadas con las prioridades nacionales acordadas, aceleraría la creación de un panorama de inteligencia integral que informaría e impulsaría la respuesta de todas las partes contra las amenazas clave. Un modelo de “requerimiento” de ROS permitiría a los sujetos obligados presentar un resumen de la sospecha a la UIF, que luego podría solicitar una investigación más completa si el caso fuera de interés, lo que ayudaría a garantizar que los esfuerzos de investigación del sujeto obligado se centran en áreas de interés real para la UIF.

  1. Mitigar la implementación inconsistente o incoherente de los estándares y guías de cumplimiento de delitos financieros, y proporcionar claridad regulatoria

El alcance de la implementación regulatoria en materia de delitos financieros requiere de un examen cuidadoso, tanto en el contexto de los enfoques jurisdiccionales como de la cooperación internacional. El papel de traducir las recomendaciones del GAFI en normas nacionales recae en los países individualmente, donde la disonancia cultural, política y legal puede socavar la implementación de un marco regulatorio coherente. En algunos casos, los organismos de política internacional como el GAFI y el Comité de Basilea han brindado una guía general y es importante que a esto le sigan declaraciones apropiadas de los reguladores nacionales para ayudar a eliminar las inconsistencias en el marco internacional, que pueden ser explotadas por los delincuentes.

También es importante que el sector público defina y supervise la política regulatoria, de tal manera que permita a las instituciones financieras implementar políticas que concuerden con la visión general del gobierno sobre el propósito del marco legal. Una orientación clara y coherente del sector público, que se implementa fielmente a nivel de la supervisión de los sujetos obligados, es crucial en este sentido; y debe alejarse del cumplimiento formal tipo “check-box” para centrarse más bien en la evaluación de los resultados.

vii. Aumentar y mejorar el uso de la tecnología para combatir los flujos financieros ilegales

Las nuevas tecnologías han reforzado enormemente las áreas cumplimiento en las instituciones financieras, y prometen un despliegue efectivo dentro de las UIF. El G20 y la comunidad internacional en general deberían alentar el proceso de innovación en tecnología de regulación financiera (RegTech), que ayude a cumplir con las regulaciones de delitos financieros y mejore la gestión de riesgos en general.

Al mismo tiempo, el examen de las barreras para la adopción de nuevas tecnologías ayudaría a expandir el conjunto de herramientas de gestión de riesgos y optimizar los resultados. Hay un papel que desempeñar, por ejemplo, en la expansión del acceso a los datos para nuevos tipos de tecnologías, como el aprendizaje automático (machine learning).

viii. Conclusión

El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) y Deloitte han publicado este documento que aboga por la combinación de una reforma regulatoria, un cambio cultural y el despliegue de nuevas tecnologías para contrarrestar mejor las amenazas planteadas por los fondos ilícitos que fluyen a través del sistema financiero internacional.

A pesar de que se invierten decenas de miles de millones de dólares en lucha contra el lavado de dinero en todo el mundo, detener la ola de delitos económicos sigue siendo un desafío increíble. Este documento analiza temas y cuestiones planteadas durante una serie de entrevistas con diversos stakeholders, tanto en el sector público como privado. El resultado ha sido un compendio útil de los problemas que impactan la efectividad del marco de gestión del riesgo de delitos financieros y la gama de opciones que, si se toman en conjunto, ayudarían a mejorar los resultados y reducir el uso indebido de las finanzas nacionales y transfronterizas.

Avanzar con el enfoque basado en inteligencia esbozado en este documento, impulsado por reformas significativas a los marcos de intercambio de información, la cooperación del sector público y privado y el uso de la tecnología es esencial para mejorar la efectividad de la respuesta colectiva a los delitos financieros, cuyo impacto se siente más allá del sector financiero y representa una grave amenaza para la sociedad en su conjunto.

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