Los estados en EEUU legalizan la marihuana, pero las leyes antilavado bloquean las relaciones bancarias

[private]Por: Daniela Guzmán

Se trata de una industria en auge, con ingresos de miles de millones de dólares, una amplia base de clientes, y proyecciones de gran crecimiento. Sin embargo, es también una industria cuyas empresas no pueden encontrar un banco dispuesto a abrir una cuenta.

¿La razón? La industria en cuestión es el negocio de la marihuana medicinal y en algunos casos de la marihuana recreacional en Estados Unidos, un sector cuyos fondos son esencialmente intocable por las instituciones financieras de Estados Unidos debido a los conflictos entre la legalización en los distintos estados y las leyes federales de lavado de dinero. Un dilema que muy bien se puede trasladar a otros países y jurisdicciones que han legalizado parcial o totalmente el mercado de la marihuana, ya sea para fines medicinales o recreacionales.

Si bien 20 estados han promulgado leyes legalizando total o parcialmente el uso de la marihuana con fines médicos—y Washington y Colorado ahora permiten la marihuana para uso recreativo—, la ley federal no se ha flexibilizado en EEUU. La marihuana sigue siendo una droga ilegal, designada entre los fármacos más peligrosos del «Cuadro I» que figuran en las Controlled Substances Act de 1970 (Ley de Sustancias Controladas).

Bajo la ley de lavado de dinero de EEUU (en el Título 18, Código de EEUU Sec. 1956) realizar transacciones con el producto de la venta de sustancias controladas, o mover las ganancias a nivel internacional, se considera una «actividad ilegal» y un delito «subyacente» que puede desatar una investigación de lavado de dinero.

Las instituciones financieras podrían ser acusadas de lavado

Las instituciones financieras que realizan dichas operaciones, que incluye aceptar fondos que se originan en los dispensarios de marihuana legalizada, podrían quedar expuestas a cargos de lavado de dinero bajo la ley de EEUU. Este delito, en caso de condena, podría dar lugar a enormes multas para la institución y sentencias de prisión de hasta 20 años para las personas que son condenadas.

Como resultado, los dispensarios legales en estados como Washington y Colorado, así como algunas empresas de marihuana medicinal en otros estados, han sido excluidos en gran medida del acceso a los servicios financieros, desde cuentas bancarias hasta préstamos y seguros. Hasta que la ley federal sea modificada, las instituciones de Estados Unidos enfrentan una difícil elección: seguir negándole servicios a los negocios vinculados con el comercio de marihuana, o arriesgarse a sanciones y cargos legales por parte las autoridades por violar las leyes de lavado de dinero en Estados Unidos.

«No veo ningún margen de maniobra para los bancos porque no pueden cruzar esa línea», dijo Michael McDonald, un exagente especial de la Investigación Criminal del Servicio de Rentas Internas.

“Si lo hacen, lo hacen corriendo sus propios riesgos”.

A medida que crecen las ganancias, los inversionistas miran con cariño la industria, a pesar de los riesgos

Desde que California despenalizó la marihuana medicinal en 1996, los esfuerzos para la completa legalización han crecido en todo EEUU. La marihuana medicinal y recreativa ya ha inyectado millones de dólares en las economías estatales, y se prevé que las ganancias crecerán rápidamente.

Colorado es el último estado en aprobar la despenalización de la marihuana para uso recreativo, a principios de este año. Los dispensarios recreativos en Colorado han reportado un incremento en las ganancias tan solo dos semanas después de que la legislación entrara en vigor.

ArcView Group, una red de inversionistas con sede en San Francisco, predice que la industria de la marihuana legal en EEUU crecerá a un valor neto de US$ 2.340 millones. Con una tasa de crecimiento estimada del 64% para el 2014, el mercado de la marihuana está atrayendo cada vez más la atención de los fondos de cobertura y firmas de inversión privada.

Incluso así, la joven y creciente industria enfrenta serios obstáculos legales, y los reguladores y organismos de aplicación de ley se han mantenido en silencio en lo que refiere a orientación para las instituciones financieras.

Las agencias federales reconocen el dilema, pero no ofrecen soluciones

Si bien el Departamento de Justicia de EEUU emitió un memo el año pasado diciendo que iba a concentrarse en ocho prioridades en relación con las investigaciones y procesos de los mayores delitos federales relacionados con la marihuana, no mencionó la bancarización de los negocios de marihuana legal como uno de ellos. Desde entonces, los defensores de la legalización de marihuana y algunas instituciones financieras de Estados Unidos han puesto el tema en la agenda del Departamento de Justicia.

«En septiembre, el Procurador General Adjunto Cole señaló que este asunto debía ser tratado y reconoció que el departamento había iniciado conversaciones con reguladores financieros», dijo la vocera del Departamento de Justicia Ellen Canale.

“Desde entonces el departamento ha estado trabajando con los socios adecuados para encontrar la solución apropiada”.

La Red de Control de Crímenes Financieros (FinCEN), la agencia federal con la responsabilidad principal de la elaboración de regulaciones relacionadas con la Ley del Secreto Bancario y ALD/CFT para las instituciones financieras de Estados Unidos, no ha emitido ninguna orientación o normas relacionadas con la industria de la marihuana legal. Según se informa, los funcionarios de FinCEN sienten que sus manos están atadas a menos que el Congreso de EEUU tome medidas para modificar las leyes federales.

Mientras los bancos incrementan debida diligencia, la marihuana se pierde del radar

Por miedo a chocar con los reguladores y agentes de ley, las instituciones de algunos estados han aumentado la debida diligencia para detectar los clientes conectados al comercio de marihuana. Los bancos en Washington y Colorado han cerrado las cuentas asociadas a los distribuidores de marihuana.

Como resultado, miles de millones de dólares producto de la marihuana legal pueden estar circulando en efectivo. Sin acceso a los servicios financieros, las prácticas comerciales de los dueños de dispensarios de marihuana legales no difieren mucho del submundo del narcotráfico.

Muchos dueños de dispensarios han optado por la práctica de “solo efectivo” para no dejar rastros en papel. Otros han optado por manejar el efectivo de sus operaciones en forma un tanto sui generis, por ejemplo llevando el efectivo en bolsas y depositándolo en diferentes cajeros en distintos momentos. Esta práctica eleva el riesgo de violar normativas que prohíben la estructuración que podría afectar a las instituciones financieras que reciben los depósitos.

También incrementa el riesgo de que los dueños de dispensarios se conviertan a su vez en víctimas de la delincuencia, dijo Erik Altieri, director de comunicación del grupo de defensa de la legalización Norml.

«Se está poniendo una carga excesiva sobre los hombros de estos negociantes», dijo Altieri, «y el gobierno debe permitir que tengan las mismas herramientas que los otros negocios”.

El Congreso difícilmente actúe

En última instancia recae sobre los hombros del Congreso de EEUU resolver el conflicto mediante la modificación de las leyes existentes, posiblemente mediante un retoque a las actividades ilegales subyacentes en la Sección 1956. En los últimos dos años, seis proyectos de ley se han presentado en la Cámara de Representantes que ayudarían a resolver el conflicto entre la política estatal y federal sobre la marihuana.

Con todos los proyectos de ley languideciendo en las subcomisiones, sin embargo, es poco probable que el Congreso tome alguna medida sobre el tema de la marihuana legal en el futuro cercano. Hasta entonces, la industria de la marihuana legal se verá a través del cristal de ilegitimidad y las instituciones financieras de Estados Unidos se verán obligadas a permanecer lejos.

“Si un distribuido no puede contar con una cuenta bancaria, no puede traer transparencia desde una perspectiva comercial”, señala McDonald.[/private]