Las compañías fintech, o de tecnología financiera, están bajo la lupa de los reguladores financieros de EE.UU.

El regulador de los bancos más grandes de EE.UU. está adoptando y apuntando los cañones a la tecnología, con el objetivo de asegurar el cumplimiento en una amplia gama de áreas mediante la creación de actas constitutivas de propósito especial para las firmas de tecnología financiera, o fintech.

La decisión de la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) del Tesoro de Estados Unidos  permite a las empresas fintech tener los mismos privilegios que los bancos nacionales, pero también les exige que sigan las mismas estrictas normas de cumplimiento –incluidas las obligaciones ALD. Esta novedad se produce tras la reciente creación de una Oficina de Innovación por parte del regulador.

La oficina, que comenzará a operar en los próximos meses, analizará cómo se cruzan las nuevas tecnologías y los marcos financieros históricos para ver qué firmas fintech estarían bajo la definición de un negocio de servicios monetarios (MSB) –dependiendo cómo transfieren valores—, y, por tanto, estarían obligadas a cumplir las obligaciones ALD.

La oficina también analizará otras compañías en la órbita de fintech que utilizan sistemas avanzados, tales como inteligencia artificial, aprendizaje de máquinas y otras soluciones de hardware y software para mejorar la precisión, velocidad y cobertura de los programas de cumplimiento de delitos financieros. El regulador no vería esas operaciones para otorgar actas constitutivas o cartas estatutarias, sino para entender mejor cómo ayudan, o dañan, el cumplimiento.

El contralor Thomas Curry declaró que la consideración de cartas estatutarias para las compañías fintech proporciona a las empresas una opción, de acuerdo con recientes comentarios públicos.

Las compañías que buscan una carta son evaluadas para «asegurar que tienen una probabilidad razonable de éxito, una gestión apropiada del riesgo, una protección efectiva del consumidor y un fuerte capital y liquidez», según la OCC.

Ejemplos de compañías de fintech incluirían operaciones como Avant, que otorga préstamos rápidos a los ciudadanos comunes, Braintree, que compró a Venmo en 2012, Chain.com, que transfiere valor usando la tecnología blockchain que utiliza Bitcoin, Circleup, un sitio crowdfunding y otros.

Aunque algunas empresas, como la pionera de la biometría social Socure, se mencionan a la par de firmas de fintech, estas operaciones simplemente apoyan a los bancos en obligaciones de cumplimiento, aunque utilizan métodos más avanzados para hacer frente a retos clásicos, como debida diligencia del cliente y evaluación de riesgo.

La decisión de la OCC de crear las cartas o actas constitutivas fintech es «muy oportuna», dijo Brandon Lee, un ex oficial de cumplimiento de un gran banco, ahora inversor y asesor de Fintech.

La OCC se preocupa más por las empresas que están «involucradas en el movimiento del valor», dijo. «El regulador está interesado en las fintech interruptorea, alteradoras, para analizar si realmente están involucrados» en esa dinámica, independientemente de los métodos y dispositivos nuevos.

Esa es una pregunta importante para responder porque hay «muchos adolescentes y adultos jóvenes que quieren llevar a cabo una cantidad mayor de operaciones de banca en forma virtual», como el envío de micro pagos, dividir un cheque con amigos, enviándoles el dinero directamente, invirtiendo dinero en una empresa que ofrece microfinanciamiento para las startups, dijo Lee.

Nuevas firmas de fintech deben cumplir con reglas bancarias históricas

Si bien aparecerán nuevas obligaciones para especialistas de cumplimiento, la obtención de un estatuto bancario nacional facilitaría a las empresas de fintech el cumplimiento de un conjunto de reglas, en lugar de una serie de reglamentaciones estatales y locales.

«La nueva tecnología hace que los productos y servicios financieros sean más accesibles, fáciles de usar y mucho más adaptados a las necesidades individuales de los consumidores», dijo Curry. «Al mismo tiempo, las preferencias y demandas de los consumidores están evolucionando, impulsadas por importantes cambios demográficos».

Para responder a esas fuerzas del mercado aparecen «miles de compañías no bancarias impulsadas por la tecnología que ofrecen un nuevo enfoque a los productos y servicios», dijo. Hace cinco años estos servicios estaban disponibles sólo en bancos tradicionales o no estaban disponibles en absoluto».

Inicialmente, muchos de estos proveedores no bancarios de servicios financieros se veían como competidores de los bancos, dijo. «Ahora, algunas compañías de tecnología financiera -o fintech- están considerando si deben convertirse en bancos».

Estos desarrollos de la industria plantean cuestiones fundamentales, según la OCC. Que incluyen:

–¿Es mejor para el país cuando los productos bancarios son proporcionados por instituciones sujetas a continua supervisión?

–¿Debe una empresa no bancaria que ofrece productos relacionados con la banca contar con la posibilidad de convertirse en un banco?

–¿Qué condiciones deben aplicarse si una compañía no bancaria se convierte en un banco nacional?

La OCC se da cuenta de que debe también ser flexible y tener la mente abierta y aprender sobre el sector porque «las empresas de fintech varían ampliamente en sus modelos de negocio y ofertas de productos».

Algunos son prestamistas de mercado que ofrecen préstamos a consumidores y pequeñas empresas, otros ofrecen servicios relacionados con pagos, otros se dedican a monedas digitales y tecnología de contabilidad y otros proveen productos y servicios de planificación financiera y administración de patrimonio, según la OCC.

Sin embargo, el regulador dejó bien claro que independientemente de la estructura, las normas ALD deben ser una principal consideración.

Una adecuada gestión del riesgo de cumplimiento «incluye un sistema de gestión del cumplimiento bien desarrollado que sea proporcional a los riesgos para el banco propuesto».

La OCC espera que cualquier solicitante que busque la aprobación para una carta constitutiva nacional proporcione una «descripción detallada y precisa de las actividades del banco propuesto para que el OCC entienda completamente los riesgos de lavado de dinero e incumplimiento de la Ley de Secreto Bancario y riesgos de cumplimiento que el banco propuesto enfrenta, cómo piensa evaluar y monitorear estos riesgos, y cómo se cumpliría con las leyes, reglamentos y requisitos pertinentes».

En definitiva, cualquier empresa de fintech que obtenga una carta constitutiva nacional «deberá mantener los mismos altos estándares de seguridad y solidez, acceso justo y trato justo de los clientes que todas las instituciones federales deben cumplir», según la OCC.