Fintech, pagos digitales y las nuevas herramientas financieras para el comercio electrónico en América Latina


  • Una investigación sobre Pagos Digitales y Nuevas Herramientas Financieras para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (MiPyME) de América Latina realizado para la Asociación Latinoamericana de Internet por Ignacio E. Carballo, Paula Garnero, Andrés Chomczyk y José Oscar Henao Monje en alianza con el INTAL Banco Interamericano de Desarrollo, en marco del proyecto “Comercio Digital Sin Fronteras”, que aborda sobre las últimas tendencias, casos de éxito, oportunidades y desafíos de nuestra región.
  • El estudio analiza el rol de los pagos digitales y las nuevas herramientas financieras en América Latina como instrumento para la promoción del comercio electrónico en las PyMEs. Diagrama cómo estos instrumentos (pagos digitales y Fintech) se tornan indispensables para el acceso al comercio no presencial. Estudia la literatura teórica y empírica en torno a la temática, discute cómo abordar el prominente uso de efectivo en la región, y proporciona recomendaciones de políticas para impulsar los pagos digitales y las nuevas herramientas financieras.


La pandemia del COVID-19, que tomó al mundo por sorpresa, ha acelerado la digitalización en todas las áreas de la vida económica y social. El comercio no ha resultado ajeno a este proceso. Aunque todavía no haya datos agregados, en distintas economías de América Latina en los primeros meses ya se evidencia una expansión del comercio electrónico sin precedentes, siendo las ventas de bienes esenciales las más beneficiadas.

Asimismo, la crisis económica y sanitaria dejó en evidencia muchos de los problemas estructurales que enfrenta América Latina para poder consolidar el crecimiento del comercio electrónico. La informalidad, la exclusión financiera, y escasa digitalización de las MiPyMES, representan algunos de los grandes desafíos.

En particular, la necesidad de difundir el uso de medios de pagos digitales en contextos de aislamientos preventivos ha ganado un lugar central en la agenda regional. Más aún, considerando que cerca de 207 millones de latinoamericanos todavía no acceden a una cuenta bancaria (46% de la población), condición históricamente primordial para hacer uso de estos pagos.

En este contexto, la revolución digital de las finanzas está abriendo nuevas oportunidades. Las Fintech están digitalizando los servicios financieros y proporcionando nuevas herramientas financieras que dan acceso a oportunidades a una enorme población históricamente desatendida. La revolución tecnológica está a su vez reinventando el negocio de las finanzas en general, dando lugar al surgimiento de nuevos actores y modelos de negocios en el sector bancario tradicional.

De este modo, los bancos tratan de transformarse buscando fusionar sus activos físicos con los digitales encontrando nuevas formas de servir a la población mediante la oferta de plataformas de banca electrónica (homebanking) y banca móvil (mobile banking), pero también, encontrando nuevas estructuras organizativas como la Banca Digital (entidades sin sucursales, que ofrecen servicios totalmente virtuales). Al mismo tiempo, se observa en una creciente utilización de nuevas tecnologías disruptivas que habilitan el surgimiento de nuevos modelos de negocios bancarios -basados en la filosofía ‘Fintech”-, que se expresan bajo la forma de Neobancos y Challenger Banks, o modelos bancarios colaborativos y/o abiertos como aquellos de tipo Banking as a Service (BaaS) o Banking as a Platform (BaaP).

En este sentido, debe destacarse el rol de las “BigTech”, gigantes tecnológicos representados en occidente por la sigla GAFAs (Google, Amazon, Facebook y Apple) y en oriente BAT (Baidu, Alibaba, y Tencent). Se trata de empresas tecnológicas que nacen brindando servicios de distinta naturaleza (no financiera) y que luego consolidan su posición ofreciendo servicios financieros mediante el uso de licencias no bancarias, o bien, construyendo alianzas con entidades financieras para entrar a negocios más regulados y supervisados de la mano de un socio, preparado y con una gran experiencia respecto al cumplimiento normativo en las distintas geografías. También se destacan modelos de negocios como las “superapps”, que integran servicios financieros como punta de lanza para ofrecer en un único lugar todo lo que el usuario necesita (comercio electrónico mediante redes sociales, plataformas de market place, reserva de restaurantes, pedir un taxi, reparto de comida a domicilio, pago de servicios, etc.).

El valor de las “superapps” radica en el acceso a una enorme cantidad de datos muy valiosos sobre sus clientes (preferencias, consumos, costumbres, medios de pago), lo que les permite anticiparse a sus necesidades y convertirse en el canal digital a través del cual las personas realizan la mayoría de sus actividades y transacciones cotidianas.

Por lo tanto, en la actualidad, el mercado de servicios financieros se configura como un espacio interesante en el que conviven los actores tradicionales con las empresas tecnológicas bajo diferentes formas. Algunas empresas Fintech compiten directamente con los bancos, otras se asocian, y otras les suministran bienes y servicios. A nivel tecnológico, se identifican algunas tecnologías puntuales por su potencial para revolucionar la oferta medios de pagos digitales, destacándose: (i) APIs; (ii) Big Data; (iii) Biometría; (iv) Cloud Computing; (v) Contactless, incluyendo el uso de QRs; (vi) identidades digitales; (vii) tecnologías de registro distribuido (Blockchain), e (viii) Internet de las cosas.

Sin duda, el canal de acceso protagónico en esta transformación está siendo el teléfono celular. El pago por teléfono móvil está ganando una amplia aceptación a nivel global, pero se muestra más prominente en los países emergentes.

La encuesta Global Consumer Insights Survey realizada por PWC hace ya diez años muestra que, a nivel mundial para 2019, el 34% de los consumidores pagaron sus compras utilizando el pago por móvil en la tienda, en comparación con el 24% del año anterior. En Asia, el crecimiento es mucho más pronunciado (por ejemplo, en Vietnam el porcentaje de consumidores que utilizan esos servicios en las tiendas aumentó en 24 puntos porcentuales, hasta el 61%, en un solo año).

En Oriente Medio, el porcentaje creció en 20 puntos porcentuales, hasta el 45%.

Esta transformación en los servicios y proveedores financieros trae aparejada una oportunidad para el comercio electrónico nunca antes vista. Mediante la inclusión digital y financiera de la población históricamente desatendida, o bien a través de nuevos servicios o proveedores más asequibles para aquellos clientes sub atendidos, la puerta de ingreso al E-Commerce se abre prominente para consumidores y MiPyMEs de la región.

A pesar de que no existe una única relación causal entre las Fintech, los medios de pago digitales y el comercio electrónico, se reconoce que el limitado acceso de los latinoamericanos a instrumentos de pago electrónico, opera como una barrera condicionante para la expansión del E-Commerce. Si bien la emergencia sanitaria aceleró el crecimiento del comercio electrónico, los pagos en efectivo siguen siendo la norma en América Latina: se estima que entre el 20% y el 30% de las compras en línea se pagan en efectivo (Mercado Pago, 2020). Una de las hipótesis de este trabajo es que el alto nivel de exclusión financiera en la región, explica el gran desarrollo que logró la vertical “Pagos y Remesas” dentro del ecosistema Fintech latinoamericano, con casi un cuarto del total de las empresas (24,4%), seguido por la vertical “Financiamiento” (18%).

En este estudio se analiza el rol de los pagos digitales y las nuevas herramientas financieras en América Latina como instrumento para la promoción del comercio electrónico en las micro, pequeñas y medianas empresas. Particularmente, se diagrama cómo estos instrumentos (pagos digitales y fintech) se tornan indispensables para el acceso al comercio no presencial. Para ello, mediante un abordaje de métodos mixtos (cuanti-cualitativos), se estudia la literatura teórica y empírica en torno a la temática; se discute cómo abordar el prominente uso de efectivo en la región, y se proporciona recomendaciones de políticas para impulsar los pagos digitales y las nuevas herramientas financieras, con el objeto de promover el E-Commerce en la región, contemplando un contexto de pandemia.

En este sentido, para denotar cómo los medios de pagos digitales y las nuevas herramientas financieras (fintech y banca digital) son fundamentales para el potenciar el crecimiento del comercio electrónico en las MiPyMEs, se realiza un análisis profundo sobre las dimensiones de estudio y sus vínculos: el E-Commerce, los Medios de Pagos y las Fintech. Describir las principales tipologías y categorías, así como los actores y modelos, nos permiten comprender cómo las fintech, la banca digital y los medios de pagos potencian al E-Commerce. De igual modo, se exponen casos y tendencias recientes para comprender cómo incluso en las regiones más avanzadas, la problemática presenta aristas propias de cada geografía. En América Latina, la problemática del efectivo, la primacía de las Tarjetas como principal medio de pago, la presencia de un ecosistema Fintech joven y pujante, a la vez de modelos de negocios mixtos y en desarrollo, nos permiten nutrir nuestra investigación.

Para analizar el potencial de desarrollar medios de pagos y potenciar el comercio electrónico en la región, se prestó particular atención al sistema de pago con tarjetas en cualquiera de sus versiones (crédito, débito, prepagas, etc.) ya que éstas representan el instrumento más utilizado de los pagos en línea. Se encontró que, tanto para las compras presenciales como para las compras en línea, el proceso de pago con tarjeta involucra prácticamente a los mismos jugadores y a los mismos sistemas de procesamiento, aunque en algunos mercados se abren oportunidades para actores fintech en roles de agregadores, gateways y pasarelas de pagos. Se analizaron también otros instrumentos de pagos con potencial para expandir el comercio electrónico como los sistemas de pago instantáneos (que implican una transferencia inmediata de fondos desde una cuenta a otra) y que están ganando mucha presencia en los sistemas de bajo valor a nivel global (1).

En América Latina, estos pagos instantáneos han experimentado una importante aceptación por parte del usuario final en varios países y pueden sustituir a una parte importante de los pagos en efectivo, los pagos tradicionales con tarjeta y las transferencias electrónicas de fondos estándar, porque pueden iniciarse bajo diferentes formatos y tecnologías (códigos QR, link o botón de pagos, etc).

Una tendencia muy difundida en la región es la oferta por parte de empresas Fintech de billeteras virtuales y tarjetas prepagas, asociadas a cuentas virtuales que permiten realizar una gran cantidad de transacciones, representando una importante oportunidad para los segmentos excluidos del sistema financiero tradicional.

Las Fintech también juegan un rol crucial en la promoción del comercio electrónico transfronterizo, en parte, porque ofrecen desarrollos tecnológicos que permiten realizar pagos mediante una gran cantidad de métodos distintos, reduciendo la importancia de las tarjetas de crédito que aún enfrentan problemas de fraude y no son anónimas, lo que desalienta a algunos consumidores. Pero también, porque reducen las fricciones que generalmente se presentan cuando se realizan transferencias internacionales. En el mundo, la aparición de plataformas de pago como Dwolla, Stripe, WePay y BlueSnap que se integran con las plataformas de comercio electrónico han mejorado la eficiencia y la seguridad.

PayPal representa el método de pago alternativo más popular a nivel mundial y permite a los consumidores completar transacciones en su propia moneda. En este sentido, debe tenerse en cuenta que cada vez que los consumidores usan PayPal, Apple Pay o Google Wallet, están utilizando una Fintech.

En América Latina, el último informe regional nos muestra que la industria Fintech crece de forma sostenida y avanza en la agenda política regional. En 2018, el ecosistema regional estaba integrado por 1.166 empresas, implicando un crecimiento de 65% respecto al año 2017 y del doble respecto a 2016 (BID y Finnovista, 2018). Datos preliminares nos muestran que la tendencia continúa al alza en 2020.

Por ejemplo, en Colombia, el crecimiento de la cantidad de empresas se estima en 26% (a abril de 2020) y en México, el crecimiento interanual promedio registrado desde el año 2016 sería del 23% (a marzo de 2020). Además, entre las principales tendencias de la industria Fintech regional se destacan: (i) la consolidación del ecosistema, cuya madurez se refleja en crecientes niveles de inversión locales e internacionales; (ii) su énfasis en la prestación de servicios para MiPyMEs y segmentos previamente ignorados por el sistema financiero tradicional, y (iii) mayor presencia, actividad y colaboración de las empresas Fintech con los actores tradicionales en la industria de servicios financieros (bancos, agencias de pago, compañías de seguros y bolsas de valores, entre otros).

Esta investigación fue realizada en el marco del Programa de Bienes Públicos Regionales (BPR) del BID, específicamente del Programa de Promoción del Comercio Digital para América del Sur (RG-T3094) que coordina Ana Basco, especialista del INTAL-BID.


1 – Los pagos instantáneos pueden ser impulsados por el banco central (por ejemplo, en el Brasil y México), por la industria (por ejemplo, en el Reino Unido) o el resultado de un enfoque conjunto (por ejemplo, en Australia, donde el banco central se ha suscrito como participante en el desarrollo de la Nueva Plataforma de Pagos). En Europa, el plan que rige los pagos instantáneos fue elaborado por el Consejo Europeo de Pagos (EPC), cuyos miembros son bancos y otros proveedores de servicios de pago, en diálogo con los organismos reguladores y otras partes interesadas.