EE.UU. rechaza la lista negra de la UE debido a preocupaciones por un proceso defectuoso en la elaboración

Estados Unidos rechazó severamente la lista negra de cumplimiento de delitos financieros que presentó la Unión Europea que califica regiones que “representan amenazas importantes” para el sistema financiero; una rara falta de armonía entre los antiguos aliados en la lucha contra los grupos criminales y terroristas.

El Departamento del Tesoro de EE.UU. calificó con dureza el ranking publicado por la Comisión Europea de casi dos docenas de jurisdicciones con supuestos debilidades en los controles y defensas contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo, una lista que incluye países como Arabia Saudita, Irán, Nigeria, Corea del Norte y también Panamá y Puerto Rico, pero no nombra a puntos locales como Estonia, Malta o Rusia.

La UE cree que estas 23 jurisdicciones tienen un alto riesgo de flujo de fondos ilícitos, afirmando que «representan amenazas importantes» para el sistema financiero del bloque como resultado de las «deficiencias estratégicas» en sus regímenes de ALD / CFT.

Sin embargo, el Departamento del Tesoro de EE.UU. no está de acuerdo con la lista de países y la eficacia de la metodología que respalda la clasificación; básicamente indicando a los bancos de EE.UU. que no tienen que tomar la lista en consideración ni realizar cambios generales en los protocoles de calificación interna y monitoreo.

Al Departamento del Tesoro «le preocupa el contenido de la lista y el proceso defectuoso por el cual se desarrolló», según comentarios publicados la semana pasada. El Departamento del Tesoro «no espera que las instituciones financieras de EE.UU. tengan en cuenta la lista de la Comisión Europea en sus políticas y procedimientos ALD / CFT».

EE.UU. se irritó cuando se vio afectado por la lista de la UE

«Más allá de nuestras preocupaciones con la metodología de listado, el Departamento del Tesoro rechaza la inclusión de Samoa de EE.UU., Guam, Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EE.UU. en la lista», según la declaración, y agrega que las obligaciones y requisitos ALD de EE.UU. se extienden a todos los estados y territorios afines.

La lista de la UE es una versión revisada de una publicada en noviembre bajo obligaciones establecidas en la Quinta Directiva ALD de la UE y diseñada para estar en línea con reglas más estrictas creadas por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), que establece los estándares globales para combatir el crimen y establecer un enfoque de cumplimiento.

En los últimos años, el GAFI actualizó sus 40 recomendaciones sobre ALD y lucha contra las organizaciones criminales y terroristas para enfocarse menos en el cumplimiento técnico y dar más peso a la efectividad.

En resumen, las ya rigurosas evaluaciones mutuas del GAFI se redireccionaron de la postura de garantizar que los países cuenten con leyes ALD que reflejen sus recomendaciones hacia un mayor énfasis a métricas concretas que demuestren la implementación y el cumplimiento, incluidas investigaciones, procesos judiciales, condenas, decomisos de activos en general y flujos financieros ilícitos y penalidades por débiles programas de cumplimiento.

La Comisión concluyó que 23 países tienen deficiencias estratégicas en sus regímenes de lucha contra el lavado de dinero y financiamiento del terrorismo. Esto incluye 12 países señalados por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y 11 jurisdicciones adicionales. Algunos de los países incluidos el 13 de febrero ya están en la lista actual de la UE, que incluye 16 países. Las 23 jurisdicciones son: Afganistán, Arabia Saudita, Bahamas, Botsuana, Corea del Norte, Etiopía, Ghana, Guam, Irak ,Irán, Islas Vírgenes de EE. UU., Libia, Nigeria, Pakistán, Panamá, Puerto Rico, Samoa, Samoa de EE.UU, Siria, Sri Lanka, Trinidad y Tobago, Túnez, y Yemen.

Gran parte de las críticas del Tesoro de EE.UU. tiene más que ver con cómo se apartó de las prácticas del GAFI que incluso con las regiones que finalmente fueron nombradas, creando una lista confusa que «se aleja de la lista del GAFI sin un apoyo razonable».

Paralelamente, Estados Unidos, junto con otros países, tuvieron poco tiempo para revisar la designación o proponer una respuesta significativa y reflexiva. El Tesoro detalla sus cuatro preocupaciones más apremiantes:

–El proceso de la UE para desarrollar su lista contrasta con la metodología exhaustiva del GAFI. En esencia, el proceso de evaluación no incluyó una revisión lo suficientemente profunda como para evaluar un problema tan grave.

–La UE proporcionó a las regiones nombras solo una base superficial para su determinación.

–La UE notificó a las jurisdicciones afectadas con solo unos pocos días de aviso de su inclusión.

–La UE no brindó a las regiones designadas una oportunidad clara para disputar su inclusión o abordar los problemas identificados por la Comisión.

La UE intentó disipar esas preocupaciones señalando que los hallazgos del GAFI pesan mucho en sus cifras finales, pero el bloque necesitaba una lista propia para lograr un cambio más inmediato.

La Comisión «desarrolló su propia metodología para identificar los países de alto riesgo, que se basa en la información del Grupo de Acción Financiera Internacional, complementada por su propia experiencia y otras fuentes como Europol», según la UE.

«El resultado es un enfoque más ambicioso para identificar países con deficiencias que presentan riesgos para el sistema financiero de la UE», según la Comisión de la UE.

«Hemos establecido los estándares más estrictos contra el lavado de dinero en el mundo, pero tenemos que asegurarnos de que el dinero sucio de otros países no llegue a nuestro sistema financiero», dijo Věra Jourová, la Comisionado de Justicia, Consumidores e Igualdad de Género de la UE.

«El dinero sucio es el alma de la delincuencia organizada y el terrorismo», dijo en un comunicado. “Invito a los países listados a remediar sus deficiencias rápidamente. La Comisión está dispuesta a trabajar estrechamente con ellos para abordar estos problemas para nuestro interés mutuo».

Dos potencias mundiales en conflicto por la precisión, veracidad y relevancia de la lista, deja a los grandes bancos nacionales y extranjeros en un dilema.

Es probable que la UE espere que los bancos en sus filas revisen la lista y actualicen las políticas, los procedimientos e incluso las clasificaciones de riesgo de país para mitigar los umbrales de amenaza que se perciben más altos. Los reguladores de la UE podrían examinar o penalizar a las instituciones recalcitrantes.

Por otro lado, los investigadores y reguladores de Estados Unidos esencialmente le han dicho a los bancos de los Estados Unidos, o a los grandes bancos extranjeros con una presencia importante en Estados Unidos, que pueden ignorar la lista debido a la inconsistencia de los fundamentos para las conclusiones.

¿Significa eso que si un banco con sede en EE.UU. o una institución extranjera con operaciones importantes en ambas localidades comienza a reorganizar sus riesgos e incluso a cerrar cuentas debido a la lista negra de la UE, tal movimiento podría aumentar la ira de los reguladores federales de EE.UU.?

Una situación difícil con posibles repercusiones negativas en cualquier circunstancia, un catch 22 o trampa 22.