Ciberdelito internacional: tres nigerianos extraditados a EE.UU. fueron sentenciados por un gigante ardid financiero

Tres ciudadanos nigerianos, que fueron extraditados de Sudáfrica al Distrito Sur de Mississippi en julio de 2015, fueron sentenciados a prisión esta semana por su papel en una red internacional de fraude a gran escala.

Oladimeji Seun Ayelotan, de 30 años, recibió una condena de 95 años de prisión. Rasaq Aderoju Raheem, de 31 años, de 115 años de prisión. Femi Alexander Mewase, de 45 años, de 25 años de prisión. Después de un juicio que duró tres semanas a principios de 2017, un jurado federal encontró a cada acusado culpable de delitos que implican fraude de correo, fraude telefónico, robo de identidad, fraude con tarjeta de crédito y robo de propiedad del gobierno. Ayelotan y Raheem también fueron hallados culpables de conspirar para cometer fraude bancario y lavado de dinero.

Un total de 21 personas fueron acusados en este caso, 12 de los cuales se han declarado culpables de los cargos relacionados con la conspiración, y 11 de los cuales han sido sentenciados hasta la fecha. Uno de los líderes de la conspiración, Teslim Olarewaju Kiriji, de 30 años, de Nigeria fue condenado previamente a 20 años de prisión. Otros seis acusados fueron sentenciados a 10 años de cárcel cada uno por su papel en esta conspiración.

Según los acuerdos de culpabilidad y las pruebas presentadas en el juicio, los acusados y sus cómplices llevaron a cabo numerosos fraudes basados en Internet que datan al menos de 2001. Estos ardides consistieron en el uso de víctimas desprevenidas para cobrar cheques falsos y giros postales, la utilización de números de tarjetas de crédito robadas para comprar artículos electrónicos y otras mercancías y usar información de identificación personal robada para obtener las cuentas bancarias de las víctimas. En total, la conspiración involucró decenas de millones de dólares en pérdidas.

Para tener éxito con sus esquemas de fraude, los conspiradores se sirvieron de la ayuda de ciudadanos estadounidenses a través de «estafas de romance», en las que el delincuente normalmente usaba una identidad falsa en un sitio web de citas para establecer una relación romántica con una víctima desprevenida. De acuerdo con la evidencia del juicio y los documentos de declaración de culpabilidad, una vez que el autor obtenía la confianza y el afecto de la víctima, el autor convencería a la víctima de enviar dinero o ayudar a llevar a cabo el esquema de fraude. Por ejemplo, los acusados admitieron que usaron a víctimas de romance para lavar dinero a través de Western Union y MoneyGram, para re empaquetar y reenviar mercancía obtenida fraudulentamente y/o para pagar cheques falsos.

Los acusados supuestamente usaron las siguientes direcciones de correo electrónico y nombres para perpetuar el plan.