Los delincuentes explotan debilidades y el lavado a través del comercio internacional cobra fuerza nuevamemente

[private]Por Daniela Guzmán
30 de septiembre de 2014

En el sanguinario mundo comercial de los narcocarteles mexicanos, el más reciente método de moda para lavar el producto del narcotráfico toma lugar en el distrito de la moda en Los Ángeles.

El 10 de septiembre, la policía estatal y federal y las autoridades de inteligencia bloqearon más de una decena de manzanas en el centro de Los Ángeles en una redada llamada «Fashion Police Operation». Después de la detención de nueve sospechosos y la incautación un estimado de US$65 millones en efectivo y en cuentas bancarias en todo el mundo, agentes policiales iniciaron la ofensiva contra las empresas y los individuos involucrados en el ardid conocido como mercado negro de cambio de peso (black market peso exchange), un método de lavado utilizando la compra y venta de mercancías en diferentes jurisdicciones para lavar los fondos sucios.

De acuerdo con las acusaciones de varios sospechosos, el esquema utilizó técnicas de lavado de dinero basadas en el comercio para legitimar los fondos de grupos del crimen organizado como el cartel de Sinaloa, todas combinando las ganancias ilegales con la compra y venta de productos utilizando almacenes de prendas de vestir e indumentarias del lado estadounidense de la frontera.

Operación Fashion Police

Funcionarios y agentes estadounidenses de las oficinas de Investigaciones del Departamento de Seguridad (HSI), Buró Federal de Investigaciones (FBI), Agencia de Control de Drogas (DEA), Fuerzas de Inmigración y Control de Aduanas, Servicio de Impuestos Internos (IRS) y agencias de ley de California y Los Ángeles colaboraron para hacer cumplir las órdenes de arresto relacionadas con el esquema narco internacional de lavado y para congelar cuentas bancarias relacionadas.

Los tres casos dados a conocer a principios de este mes tienen un denominador común: el mercado negro de cambio de peso o BMPE. Aunque no es una forma nueva para lavar fondos ilícitos, el clásico método parece estar experimentando un renacimiento en los últimos años y está creciendo en importancia como un método preferido por parte de los cárteles para convertir millones de dólares en efectivo a pesos.

En la operación, los funcionarios se hicieron pasar por mensajeros de efectivo—en algunos casos incluso utilizaron billetes manchados con sangre falsa—para atrapar las empresas cómplices. A pesar de la resonancia del caso, solo es el comienzo de un esfuerzo coordinado mucho más grande por parte de los investigadores para desmantelar los grupos delictivos mexicanos que están utilizando el BMPE y otras tácticas de lavado basado en el comercio, dijo el agente especial HSI a cargo , Claude Arnold, que trabajó como agente encubierto en la operación.

«A pesar de que el BMPE siempre había sido utilizado por las organizaciones de narcotraficantes para mover dinero, se ha convertido en una opción mucho más atractiva para mover el dinero a través de la frontera y convertirlo en pesos», dijo Arnold.

Mercado Negro de Cambio de Pesos

Un esquema BMPE cuenta con varios actores: un representante ilegítimo con un negocio ilegítimo, como un traficante de drogas, un actor ilegítimo con un negocio legítimo, como un propietario de un negocio, y un corredor de peso. El intermediario facilita el transporte de dólares y bienes, para hacerlo aparecer como un negocio legal. El corredor de peso se encarga de que los dólares sean entregados a los dueños de negocios en EEUU, que se utilizan para pagar bienes que se envían a un país extranjero. Los productos se venden en el país extranjero, a cambio de la moneda de ese país, en este caso, pesos. Los pesos son entregados a los narcotraficantes.

El lavado de dinero a través del comercio internacional no es nuevo; de hecho, ha sido utilizado por el sistema hawala de Medio Oriente desde épocas medievales hasta por carteles colombianos en la década de 1980.

John Cassara, un investigador par las agencias de ley con más de dos décadas de experiencia en el lavado de dinero y financiamiento del terrorismo para los Departamentos del Tesoro y de Estado de Estados Unidos, dice que, aunque es un método muy antiguo, la estrategia ha experimentado un resurgimiento y se convierte en un nuevo desafío en la lucha contra la delincuencia financiera.

«Ha habido mucha más atención al lavado de dinero a través del comercio internacional (trade based money launderingTBML) últimamente», dijo.

Los delincuentes, sin embargo, se ven obligados a usar su creatividad a medida que las instituciones financieras mejoran sus controles contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo con robustos sistemas de aceptación de clientes, diligencia debida, monitoreo y de protección basado en el riesgo, dijo. Las regulaciones para el sector bancario también se han reforzado frente a las nuevas amenazas cibernéticas y la creciente importancia de cumplimiento en un sector vulnerable al fraude. Sin embargo, el delito financiero en el mundo del comercio es tierra de nadie, debido a la falta de ley o una aplicación desigual de las leyes y la escasez de control e inspección para revisar las cargas, según Cassara.

La trayectoria de la delincuencia organizada de México, sin embargo, proporciona un ejemplo de cómo las instituciones financieras pueden no ser los únicos guardianes contra la delincuencia financiera.

En 2010, México reforzó sus regulaciones bancarias para restringir la cantidad de dólares de Estados Unidos que podrían ser depositados en las instituciones bancarias mexicanas, en un intento por reducir el contrabando de dinero de las ganancias del tráfico de drogas, limitando los depósitos a US$ 14.000 por mes.

Como resultado, las organizaciones mexicanas de las drogas ya no podían transportar de contrabando sus dólares a través de la frontera para depositarlos en bancos mexicanos. Arnold, el agente encubierto, señaló que el dinero comenzó a acumularse y los cárteles no podían gastarlo. Buscando una mejor forma de introducir el dinero en el sistema financiero legítimo, los carteles comenzaron a utilizar el lavado de dinero a través del comercio internacional.

Muchas de esas restricciones, sin embargo, fueron flexibilizadas cuando el presidente de México, Enrique Peña Nieto anunció recientemente que México ya no limitará los depósitos en efectivo de dólares en las cuentas bancarias mexicanas para las empresas. En lugar del límite, las autoridades mexicanas podrán monitorear las transacciones y las compañías estarán obligadas a cumplir con otros estándares de diligencia debida.

Peña Nieto dijo que el cambio podría ayudar a las empresas en la frontera entre EEUU y México a conducir sus negocios. Antes de las restricciones, las instituciones financieras recibían aproximadamente US$15.000 millones en efectivo al año, según algunos estimados. Esta magnitud de dinero en efectivo aún flota en el circuito de tráfico de drogas, desde las metrópolis en EEUU, donde son distribuidas las drogas a los centros de actividad de los carteles en estados como Tamaulipas en el norte de México. Los Ángeles se ha convertido en un centro para el esquema BPME, y las fuerzas del orden en la zona lo saben desde hace algún tiempo, de acuerdo con el agente especial Arnold.

Los Ángeles, centro del narcolavado

Como un centro comercial, y debido a la proximidad con la frontera mexicana, Los Ángeles es naturalmente un punto importante para los carteles de drogas que lavan dinero a través del comercio internacional.

En los casos que salieron a la luz recientemente, el Cartel de Sinaloa utilizó empresas del Distrito de la Moda en el centro de Los Ángeles para que tomen dinero ilícito. Un mayorista llamado QT Fashion, Inc. tomó el dinero que se utilizó para pagar el rescate de un ciudadano estadounidense secuestrado por el cartel de Sinaloa que estaba siendo torturado en Culiacán, México. La víctima fue liberada luego de que familiares pagaron un rescate de US$140.000 y alertaron a las autoridades del esquema. Tres acusados que trabajaban en el mayorista en Los Ángeles fueron detenidos, mientras que otros tres socios en México se encuentran prófugo. Si son declarados culpables, cada acusado enfrentaría una pena máxima de 30 años en una prisión federal.

En otro caso, una empresa de ropa interior de la familia fue acusada de recibir dinero en efectivo de un agente encubierto. Un padre y su hijo y su hija –quien se encuentra fugitiva– fueron acusados de lavado de dinero por supuestamente estructurar depósitos de dinero en efectivo para evadir los umbrales de registro.

En otro caso se acusó a cuatro personas por conspiración para lavar US$370.000 y evitar las obligaciones de presentar reportes de actividad en efectivo.

«Estas detenciones y decomisos deben servir como una advertencia aleccionadora para las empresas que buscan incrementar sus ganancias haciendo negocios con narcotraficantes: tendrán que pagar un alto precio por su complicidad», dijo Arnold, el agente de HSI.

Para combatir el TBML, los países deberán regular el comercio

Arnold señaló que los negocios deberían institucionalizar los controles ALD y los programas de auditoría para asegurarse de que no están haciendo negocios con actores ilegales.

En una escala más amplia, Cassara cree que el TBML existirá hasta que se combata de manera más metódica y sistemática. Cassara inventó el concepto de la Unidad de Transparencia Comercial (Trade Transparency Unit oTTU), que se puede comparar con la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de un país. Como modelo, la UIF de un país se convierte en un centro o base de datos, de los documentos presentados por las instituciones financieras sobre delitos financieros sospechosos, al que pueden acceder los investigadores de todos los niveles del gobierno. Del mismo modo, las TTU utilizan datos comerciales para detectar anomalías entre países. Esta herramienta puede ayudar a las agencias gubernamentales a analizar el valor de la transferencia de bienes, así como los individuos o compañías que importan y exportan mercancías, para evitar el fraude y la evasión fiscal, así como el lavado de dinero.

«El TBML es, si se toma en cuenta el fraude aduanero y la transferencia de valores y sistemas financieros clandestinos, la metodología más extendida», dijo Cassara. «Siempre me intrigó por qué no nos hemos centrado más en este tema. Ahora estamos viendo estos casos individuales, así que creo que estamos más educados y sabemos lo que estamos buscando».[/private]