Los casos Odebrecht y Teva muestran que el cumplimiento anticorrupción (FCPA) no puede quedar a la retaguardia corporativa

Otro fin de año y una vez más explotan los casos anticorrupción, luego de que las autoridades estadounidenses resolvieran dos grandes casos en las últimas dos semanas.

En las últimas semanas del año, Estados Unidos llegó a dos acuerdos históricos en el marco de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA por sus siglas en inglés), con el gigante brasileño Odebrecht SA y con la farmacéutica israelí Teva Pharmaceutical Industries (sanciones de entre US$2.600 y US$3.500 millones en el caso Odrebrecht y de US$519 millones para Teva). Otros fines de año, Estados Unidos resolvió las acusaciones FCPA contra Allianz SE y Eli Lilly en 2012, Archer Daniels Midland en 2013 y Alstom en 2014. El acuerdo histórico con Siemens en 2008, que hasta la semana pasada fue el mayor acuerdo global por acusaciones de corrupción y de violación de la ley FCPA (ahora es el caso Odebrecht), también se produjo en diciembre.

Expertos en materia de corrupción han señalado que el acuerdo récord por acusaciones de soborno al que llegaron hace unos días Odebrecht y las autoridades de Estados Unidos, Brasil y Suiza muestra los resultados de la cooperación global en casos de corrupción.

Funcionarios estadounidenses señalaron que la cooperación internacional ayudó a que el acuerdo se cerrara con rapidez y que se llegara a un acuerdo en cuestión de meses en lugar de años como normalmente es el tiempo que estos casos llevan en resolver.

Funcionarios estadounidenses señalaron que para las autoridades brasileñas era de vital importancia la investigación del caso Odebrecht y que confían en que Brasil continúe siendo un aliado importante en los esfuerzos anticorrupción. La cooperación en estos casos se canaliza a través de mecanismos como los tratados de asistencia legal mutua, y también a través de canales informales, pero ambos procesos suelen ser engorrosos e implican retrasos. En este caso, los expertos parecen estar de acuerdo en que hubo una verdadera cooperación internacional en tiempo real.

Algunos expertos estiman que hay varias razones para finalizar estos acuerdos antes de que termine el año, como por ejemplo evitar un mayor escrutinio por parte de los medios de comunicación, entre otros. Entre otras razones puede estar el mensaje de disuasión que las autoridades quieren enviar a las compañías, quieren que los números sean los suficientemente grandes como para concientizar al mundo corporativo de los posibles riesgos por involucrarse en actos de corrupción.

Las compañías también quieren poner el pasado las investigaciones sobre corrupción y continuar con sus operaciones, especialmente los casos que han sido investigados durante mucho tiempo.