Las instituciones se enfrentan a una encrucijada a la hora de prestar servicios a la industria (legal) de la marihuana

[private]Por Brian Kindle
21 de agosto de 2014

A principios de este año, luego de que la legalización de la marihuana entrara en vigor en los estados de Colorado y Washington, aparecieron muchas preguntas sobre cómo las instituciones pueden ofrecer servicios financieros a la industria de la marihuana.

La Red de Control de Crímenes Financieros (FinCEN) intentó aclarar el asunto emitiendo un anuncio en febrero que tácitamente reconoció la legalidad de proveer servicios de banca a los negocios legales de marihuana y estableció los procedimientos que las instituciones podrían utilizar para seguir cumpliendo con sus obligaciones de Ley de Secreto Bancario.

Varios meses después, el efecto de esa guía sigue siendo confusa. Comentarios de la directora de FinCEN, Jennifer Shasky Calvery, indican que mientras un pequeño grupo de instituciones prestan servicios a la industria de la marihuana legal, muchos otros han terminado las relaciones con los clientes vinculados con el comercio de marihuana.

Ciento cinco (105) instituciones de «estados en más de un tercio del país establecieron relaciones bancarias con las empresas relacionadas con la marihuana», según declaraciones de Shasky Calvery el 12 de agosto en una conferencia ALD organizada por agencias federales de aplicación de la ley en Washington, DC.

Ese número proviene de los Reportes de Operación Sospechosa (ROS) presentados por las instituciones entre el 8 de agosto y 14 de febrero, la fecha en que la guía de FinCEN fue emitida. En esa orientación, FinCEN señaló que las leyes y regulaciones federales todavía exigían a las instituciones a presentar ROS a las operaciones vinculadas a cualquier transacción relacionada con el comercio de marihuana, incluso en estados donde la marihuana había sido legalizada.

Para designar a los documentos presentados por negocios legales de marihuana, FinCEN instruyó a las entidades a utilizar la frase “Marijuana Limited” en la parte narrativa del formulario ROS. Hasta la semana pasada, FinCEN había recibido 502 ROS marcados como “Marijuana Limited”.

El tema de los servicios financieros para la floreciente industria de la marihuana en Estados Unidos, y el choque entre las leyes estatales y federales sobre la marihuana es muy probable que se conviertan en temas clave a medida que un número cada vez más grande de estados adoptan medidas de legalización.

Veintiún (21) estados de Estados Unidos y el Distrito de Columbia han promulgado leyes que legalizan, de alguna forma, la marihuana con fines médicos, y los estados de Colorado y Washington han permitido el uso de marihuana recreativa desde enero de este año. Maryland, Minnesota y Nueva York aprobaron legislación para la marihuana medicinal en 2014, y las medidas electorales relacionadas con la marihuana están pendientes en Florida, Ohio y Pennsylvania.

Sin embargo, la marihuana continúa siendo una droga ilegal bajo la ley federal, designada entre las drogas más poderosas en «Lista I» que aparecen en la Ley de Sustancias Controladas (Controlled Substances Act de 1970). Realizar transacciones con el producto de la venta de marihuana se considera una » actividad ilícita específica» (specified unlawful activity) bajo la principal ley de lavado de dinero de EEUU (Título 18, Código de Estados Unidos Sec. 1956). Las instituciones financieras arriesgan ser procesadas si proporcionan servicios a las empresas de marihuana, independientemente de su estatus bajo la ley estatal.

Información de ROS muestra que muchos bancos han terminado relaciones con negocios relacionados con la comercialización de marihuana

Dispensarios, cultivadores y otros pueden mostrarse optimistas de la noticia de que algunos bancos están dispuestos a aceptarlos como clientes. Sin embargo, las declaraciones de Shasky Calvery también muestran cifras preocupantes para la industria de la marihuana.

«Un poco más de 475 ROS presentados hasta la fecha reflejan “Marijuana Termination” (terminación de marihuana), Shasky Calvery señaló. FinCEN solicita que las entidades utilicen ese término en el ROS cuando «consideren necesario terminar una relación con una empresa relacionada con la marihuana con el fin de mantener un programa efectivo de cumplimiento ALD». En otras palabras, los números de ROS sugieren que un mayor número de instituciones cortaron lazos con negocios relacionados con marihuana dentro del mismo período analizado.

Para FinCEN, las presentaciones de ROS sugieren que su guía está  «teniendo el efecto deseado… de facilitar el acceso a los servicios financieros, al tiempo que se garantiza que esta actividad es transparente y los fondos van hacia instituciones financieras reguladas».

Muchas instituciones y  asociaciones de servicios financieros, sin embargo, han dicho que nada va a cambiar mientras exista el impasse entre las leyes federales y estatales sobre la marihuana.

Sin bancos, las agencias de ley temen que el dinero de la marihuana vaya a la clandestinidad

A pesar de los esfuerzos de FinCEN para proporcionar claridad, la mayoría de las instituciones públicas o privadas han manifestado—publica o privadamente– que continuarán rechazando los fondos relacionados con la marihuana. La evidencia anecdótica sugiere que un número creciente de empresas de marihuana, particularmente en los estados de Colorado y Washington, están moviendo fondos a través de cuentas personales o simplemente acumulando montos cada vez mayores de dinero en efectivo que no pueden ser bancarizados. FinCEN y algunas fuerzas de seguridad han expresado su temor de que los negocios de marihuana recurrirán a esquemas de lavado de dinero o pasar a la clandestinidad si permanecen excluidos de los servicios financieros legítimos.

Al mismo tiempo que FinCEN emitió su guía, el Departamento de Justicia de Estados Unidos emitió un comunicado en el que reiteró sus ocho prioridades de aplicación de ley relacionadas con la marihuana, tales como la venta a menores y el tráfico por parte del crimen organizado. Ninguna de las prioridades menciona el comercio de marihuana autorizado por los estados. Muchos participantes tomaron esto como una señal implícita de que las empresas legales de marihuana, y por extensión sus bancos y proveedores de servicios financieros, no enfrentarían un escrutinio del Departamento de Justicia.

En medio del silencio de los reguladores federales, los estados buscan más consejos

Aparte de FinCEN, otros reguladores federales no se han pronunciado en el tema sobre la marihuana, lo que llevó a los gobernadores de Colorado y Washington a empujar por más información.

En mayo, el gobernador de Colorado, John Hickenlooper, y el gobernador de Washington Jay Inslee presentaron una carta conjunta a la Reserva Federal, la OCC, la FDIC y la Administración Nacional de Cooperativas de Crédito, solicitando un «guía de seguimiento interagencias» para la prestación de servicios financieros a las empresas de marihuana con licencias estatales.

Los dos gobernadores habían pedido originalmente orientación en noviembre del año pasado. En ese momento, las agencias respondieron que iban a «considerar si una guía sería apropiada» después de que FinCEN y el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentaran sus propias orientaciones.

Obstaculizada por la falta de acción en el ámbito federal, la legislatura de Colorado está buscando una solución innovadora: autorizó en mayo la creación de cooperativas financieras abiertas solo a los negocios de marihuana. La cooperativa funcionaría de manera similar a una cooperativa de crédito pero para el comercio de la marihuana. El plan aún requiere la aprobación de la Reserva Federal. Con la falta de apetito de  los reguladores federales para sumarse al dilema, muchos analistas dicen que la probabilidad de que dicha aprobación se conceda no es muy alta.[/private]