J.P. Morgan pagará US$ 264 millones para poner fin a casos de corrupción
La filial del banco en Asia admitió que contrató a parientes de funcionarios extranjeros para obtener una ventaja comercial
J.P. Morgan Chase acordó pagar US$264 millones para resolver cargos civiles y criminales por violar la ley de corrupción extranjera tratando de obtener negocios al contratar a familiares de poderosos funcionarios gubernamentales en Asia.
El acuerdo, que fue anunciado el jueves, incluye un convenio de no procesamiento con el Departamento de Justicia y acuerdos con la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. –Securities and Exchange Commission—y la Reserva Federal. Ocurre después de una investigación de alto perfil que duró varios años sobre las prácticas de contratación del banco, que llegó a cuestionarse si el gobierno estadounidense estaba amenazando con criminalizar las prácticas comerciales estándar en algunos países.
Según el acuerdo, la filial de Asia de J.P. Morgan admitió que creó en 2006 un programa de referencia de clientes conocido como «Sons and Daughters» (hijos e hijas) para priorizar las contrataciones relacionadas con futuros contratos con clientes. Las autoridades dijeron que el banco contrató a 100 pasantes y empleados a tiempo completo a petición de funcionarios extranjeros. Para ser contratado, un candidato referido tenía que tener un «vínculo directamente atribuible a una oportunidad de negocio», según el acuerdo.
«El llamado Programa de Hijos e Hijas no era más que un soborno con otro nombre», dijo el jefe de la división criminal del Departamento de Justicia, Leslie Caldwell.
El portavoz de JP Morgan, Brian Marchiony, dijo que el banco estaba «complacido de que nuestra cooperación fuera reconocida en la resolución de estas investigaciones» y que la conducta era «inaceptable». Marchiony dijo que el banco frenó el programa de contratación en 2013 y que «tomó medidas contra los individuos involucrados”. Agregó que el banco sigue comprometido en la región de Asia-Pacífico.
Otros bancos siguen bajo investigación por contratar a familiares de altos funcionarios del gobierno chino y administradores de compañías estatales, y el acuerdo de J.P. Morgan podría resultar siendo un molde para futuras resoluciones.