En Banca Privada d’Andorra, terceros corrompieron el sistema financiero para lavar dinero para el crimen organizado

Por Daniela Guzman
26 de Marzo de 2015

Andorra, un pequeño principado entre España y Francia, se ha establecido como un reconocido centro financiero, con activos bancarios unas 6,5 veces mayores que la producción económica anual, según Standard & Poors.

La misma agencia de calificación rebajó la calificación crediticia de Andorra dos niveles hace dos semanas en respuesta a una investigación de Estados Unidos sobre Banca Privada d’Andorra (BPA), una institución financiera designada por la Red de Control de Crímenes Financieros del Tesoro de Estados Unidos (FinCEN) como una organización  de «preocupación primaria de lavado de dinero».

Los hallazgos de FinCEN muestran que desde hace varios años, corruptos ejecutivos en la alta gerencia ayudaron a clientes que estaban oficiando de lavadores de dinero para individuos involucrados en actos de corrupción, fraude, tráfico y crimen organizado en otras partes del mundo.

Las acciones de estos ejecutivos de alto nivel fácilmente permitieron frustrar y evadir los sistemas ALD/CFT en el banco diseñados para capturar la actividad indebida y enviar alertas a personal de cumplimiento encargado de analizar las transacciones sospechosas.

La designación de BPA como una institución financiera extranjera de preocupación primaria de lavado de dinero se da conforme a la Sección 311 de la Ley USA Patriot de EE.UU. En efecto, la designación prohíbe el acceso del banco al sistema financiero de Estados Unidos.

Si una investigación estadounidense demuestra que los gerentes estaban procesando a sabiendas transacciones por cuenta de clientes ilícitos, EE.UU. adoptará una norma definitiva, y prohibirá a las instituciones financieras estadounidenses abrir o mantener cuentas corresponsales o payable-through (cuentas de pago garantizado) para BPA y otros bancos extranjeros que son utilizados para procesar transacciones donde participa BPA.

Negar a una institución financiera internacional el acceso a estas conexiones vitales con el sistema financiero de EE.UU. es prácticamente una sentencia de muerte.

Solamente un grupo reducido de bancos ha enfrentado un destino similar. Bruce Zagaris, abogado para Berliner, Corcoran y Rowe LLP en Washington, DC y experto en delitos de cuello blanco, explicó cómo la designación sería esencialmente estigmatizar financieramente a BPA.

«La Recomendación 19 [del Grupo de Acción Financiera Internacional] exige a las entidades financieras implementar un mayor diligencia debida para transacciones y relaciones con instituciones financieras en los países de alto riesgo», dijo Zagaris.

«El aviso de FinCEN pondrá a las instituciones financieras y los reguladores de todo el mundo en alerta sobre los riesgos que emanan de las relaciones y transacciones con BPA».

A la luz del escándalo, los investigadores encuentran lagunas preocupantes en los controles de cumplimiento de BPA.

Preguntas sobre los programas de cumplimiento del banco abundan a medida que EE.UU. investiga los hallazgos, y las autoridades de Andorra y España luchan para contener un fiasco financiero en respuesta a la supuesta mala conducta.

Javier Frutos, CEO de GRC Compliance and Technology, una firma que proporciona servicios de tecnología de software y de consultoría en materia de ética corporativa, riesgo y cumplimiento, dijo que el escándalo BPA es preocupante para todo el sistema financiero.

Frutos, que se especializa en prevención de lavado de dinero y delincuencia financiera, dijo que no cree que los actos indebidos ocurrieron debido a la deficiencia en los controles internos, auditoría interna o el cumplimiento normativo, pero se ha producido debido a la falta de aplicación e implementación.

«De acuerdo con las declaraciones de la directora de FinCEN [Jennifer Shasky Calvery], BPA tenía controles simbólicos contra el lavado de dinero. El banco simplemente no los puso en la práctica porque iría totalmente en contra de las políticas de la institución, que son favorables a las prácticas de lavado de dinero para las organizaciones criminales y la corrupción», dijo.

La medida hace más que poner en duda la calidad de los controles en el banco y la voluntad de cumplir con requisitos y disposiciones ALD en lugar de ir detrás de los beneficios, sino que también plantea la cuestión a nivel normativo: ¿quién estaba prestando atención al asunto?

«Es interesante en este caso que la mala conducta se reveló después de la notificación de FinCEN», dijo Frutos. «Hace que uno se pregunte si fue una falta de supervisión de los reguladores, tanto de Andorra como de España, que no conocía desde hace años las prácticas de la institución, a la que, en teoría, supervisaban».

Además, «sería interesante saber quién estaba a cargo de la auditoría anual ALD/CTF que se requiere, de acuerdo con la legislación española», dijo Frutos, quien ha trabajado en el sector financiero en España.

«Por último, es importante sopesar la responsabilidad de los auditores externos que también están obligados por ley y que parecen no haber informado de actividad sospechosa a la unidad de inteligencia financiera», dijo.

El gobierno de Andorra expulsa a la junta del banco y detiene a altos ejecutivos del banco

Las autoridades de Andorra reaccionaron rápidamente a las demandas de FinCEN, esperando que el accionar indebido de BPA no desacredite la posición del país como centro financiero internacional.

Ejecutivos de BPA recibieron sobornos por ayudar a la delincuencia organizada

Los arrestos en el marco del caso BPA son una vergüenza para un grupo bancario que lleva operando aparentemente en buen estado durante décadas

El BPA es uno de los cinco bancos de Andorra y es una filial del Grupo BPA, una entidad privada. Fue fundado en 1962, el banco tiene su sede en Andorra y cinco sucursales extranjeras en España, Suiza, Luxemburgo, Panamá y Uruguay.

En Estados Unidos, BPA tiene varias relaciones de corresponsalía bancaria, así como otras en Europa y Asia. Entre los bancos corresponsales se encuentra HSBC, según una nota publicada recientemente en el Wall Street Journal.

«La banca corresponsal se ha considerado una actividad de riesgo durante años, pero seguimos viendo controles deficientes en las cuentas de corresponsalía», señaló Frutos. «En este caso, el mecanismo ha funcionado para procesar cientos de millones de dólares».

Aproximadamente entre 2009 y 2014, BPA procesó cientos de millones de dólares a través de sus corresponsales de Estados Unidos, de acuerdo con FinCEN.

Además, el 62% de las transacciones salientes de BPA a través de un banco corresponsal en Estados Unidos involucró solamente a cuatro clientes de alto riesgo. Estos clientes, considerados de alto riesgo por el banco corresponsal en Estados Unidos, incluían una empresa fantasma, un negocio en Internet y dos instituciones financieras no bancarias.

Según los hallazgos del brazo ejecutor del Tesoro de Estados Unidos, las actividades de lavado de dinero pasaron en gran medida por la sede central de la entidad, donde los gerentes procesaron transacciones sabiendo que buscaban lavar dinero.

Por lo general, los llamados “third party money launderers” o terceros lavadores de dinero participan del negocio de transferir fondos de parte de terceros, sabiendo que los fondos formar parte de una actividad ilícita.

Esta tendencia de terceros que utilizan las relaciones con las instituciones financieras legítimas para proporcionar a las organizaciones criminales acceso al sistema financiero internacional podría llegar a ser un reto difícil en la lucha contra el lavado de dinero y financiamiento del terrorismo.

FinCEN también dijo que un gerente de BPA aceptó grandes comisiones para crear empresas fantasmas para canalizar US$ 2.000 millones de la petrolera estatal venezolana Petróleos de Venezuela, SA. La compañía es conocida como PdVSA.

«Esta red de lavado de dinero trabajó en estrecha colaboración con funcionarios de alto rango del gobierno de Venezuela, agentes residentes en Panamá, y un abogado de Andorra para establecer empresas fantasmas panameñas», señaló el Departamento del Tesoro.

EE.UU. también señaló a otros dos sospechosos en la red ilícita

Un gerente asistió a Andrei Petrov, quien es sospechoso de haber blanqueado US$ 59 millones de ingresos del crimen organizado ruso y está detenido en una prisión española desde 2013. Se señala que trabajó para la delincuencia organizada en Rusia con vínculos con Semion Mogilevich, uno de los 10 fugitivos más buscados por el FBI.

«Altos ejecutivos corruptos y débiles controles antilavado de dinero han hecho de BPA un vehículo fácil para que lavadores de dinero canalicen los ingresos producto del crimen organizado, la corrupción y la trata de personas a través del sistema financiero de Estados Unidos», dijo la directora de FinCEN Jennifer Shasky Calvery en una declaración.

El Departamento del Tesoro dijo que otro gerente de alto nivel en BPA aceptó sobornos para procesar enormes cantidades de dinero en efectivo para Gao Ping, un cliente chino que lavó dinero para una organización delictiva que hizo dinero con la trata de personas.

Las autoridades arrestaron a Ping en España en septiembre de 2012 por su participación en la red criminal. A través de un asociado, Ping pagó comisiones exorbitantes a los ejecutivos del banco BPA para tomar depósitos en efectivo y transferir fondos a sospechosas empresas fantasmas en China.

El escándalo se ha extendido por todo el mundo, tanto por las acusaciones relacionadas con  organizaciones criminales transnacionales así como por las instituciones y empresas legítimas que pueden haber estado implicadas.

El caso BPA muestra con qué facilidad grupos del crimen organizado logran acceso al sistema bancario formal y a los servicios legales.

«En mi opinión, este caso traerá claridad sobre una verdad incómoda: hay entidades y países cuyo principal objetivo es ocupar un mercado carente de ética y, en ocasiones, ilícito, que deja a la retaguardia a las entidades financieras y no financieras que cumplen cabalmente con las normas ALD/CFT», dijo Frutos.

Recientemente el regulador bancario de Panamá se apoderó de la unidad local de la Banca Privada d’Andorra para proteger a los depositantes, señaló la Superintendencia de Bancos de Panamá en un comunicado.

Las empresas fantasmas panameñas fueron creadas por agentes residentes para desviar dinero de PDVSA, lo que demuestra que el círculo de «confianza» era mucho más amplio que solo ejecutivos en la alta gerencia del banco de Andorra.

En España, ha aumentado la preocupación de que la mala conducta del BPA podría ser una señal de otra actividad sospechosa relacionada con figuras políticas y empresariales en la filial Banco Madrid.

Banco Madrid cayó blanco el año pasado de una investigación por parte de la agencia de investigación financiera de España Sepblac.

Desde que estalló el escándalo BPA, el Banco Central de España ha tomado el control de Banco Madrid y ha enviado a dos inspectores para examinar las cuentas allí.

“Estamos viendo una tendencia creciente donde empresas y profesionales son reclutados por las organizaciones criminales transnacionales para facilitar prácticas corruptas, tales como la creación de sociedades fantasmas y pantalla y otras actividades ilegales”, señaló Peter Edge, director ejecutivo asociado de Homeland Security Investigation. “Estos individuos e instituciones corruptas actúan como conexión entre los mundos lícito e ilícito”.

«Estos individuos e instituciones corruptas ponen la prioridad en las ganancias y operan como conexión entre los mundos lícito e ilícito», dijo en el comunicado en el momento.

Cuando los empleados de una institución financiera, especialmente los ejecutivos en la alta gerencia, se ven comprometidos por aceptar o ayudar a clientes por razones ilegítimas, puede ser un gran desafío prevenir la corrupción, el lavado de dinero y otros delitos financieros.

Esta dinámica puede derrotar incluso a los sistemas más sofisticados para combatir este tipo de enfermedades financieras, que fueron diseñados para ser apuntalados y hacerse más potente aumentando la responsabilidad individual de los profesionales financieros.

Aun así estos programas, sin la vigilancia de seres humanos para monitorearlos, probarlos y actuar cuando emitan alertas, tienen pocas chances de éxito, ya que tienen poco o ningún soporte técnico o metodologías para unir espontáneamente las piezas dispares y enviar esa información a las autoridades.

«Una institución financiera puede protegerse de los ejecutivos que aceptan y ayudan a los clientes por razones ilegítimas con una mejor diligencia debida, incluyendo la gestión de recursos humanos, y con una política ALD de vanguardia que aliente a los empleados a ponerse en contacto con el oficial de cumplimiento cuando vean conducta sospechosa por parte de cualquiera de los empleados, incluyendo los administradores», dijo Zagaris.