EEUU trata dócilmente a HSBC en significativo contraste con los 3 bancos mexicanos en “Operación Casablanca”

[private]En una era de grandes preocupaciones por la financiación del terrorismo, EEUU le dio a HSBC, que cuenta con fuertes vínculos con Irán, una válvula de escape por ser “demasiado grande para ir a prisión”, pero en su momento empujó a bancos mexicanos para que se declararan culpables.

El indulgente trato del gobierno de EEUU para HSBC por sus 10 años de actividades ilícitas que involucran miles de transacciones prohibidas con instituciones iraníes y carteles de la droga mexicanos ha causado un clamor en contra en muchos rincones, incluyendo organizaciones que por lo general se encuentran en posiciones opuestas, como el periódico New York Times y la cadena de televisión estadounidense Fox News.

Lo que puede echar leña al fuego es recordar cómo el tolerante acuerdo de EEUU con la enorme institución financiera con sede en Gran Bretaña difiere tanto del golpe que las mismas agencias de EEUU, incluyendo el Departamento de Justicia, infligió a tres bancos mexicanos en 1998.

En junio de ese año, un caso llamado “Operación Casablanca” salió a la luz pública luego de una investigación encubierta que duró más de 30 meses por parte de la Agencia de Aduanas de EEUU en Los Ángeles. La investigación apuntó a bancos y banqueros mexicanos. Solo utilizó dinero del gobierno y no dinero producto de delitos reales en las transacciones encubiertas. El monto total “lavado” sería un poco por encima de los US$10 millones.

Los bancos mexicanos fueron acusados de lavado, pero no se vieron involucrados los altos ejecutivos

Cuando finalizó el trabajo encubierto en la Operación Casablanca, el Departamento de Justicia acusó penalmente al segundo mayor banco de México, Bancomer, y a otros dos importantes bancos de México, Banca Serfin y Banco Confia, de lavado de dinero. Los cargos acusaban a los bancos de violar la principal ley antilavado de EEUU, que conlleva una pena de 20 años de prisión. (Título 18, USC Sección 1956).

Los cargos penales causaron una revuelta en México. El gobierno mexicano protestó y señaló a los departamentos de Justicia y de Estado de EEUU que no habían participado altos ejecutivos bancarios en los supuestos actos ilegales ni que se los mencionaba en las acusaciones formales.

El Departamento de Justicia también demandó a Bancomer por US$21,5 millones bajo la poca utilizada disposición civil de la ley de lavado de dinero. Ese monto representa el total del dinero lavado (los fondos provenían del propio gobierno) en el banco de acuerdo con los agentes de Aduanas.

El Servicio de Aduanas, ahora parte de la Agencia de Seguridad de Inmigración y Aduanas (ICE), también sedujo a 12 banqueros de baja jerarquía a Las Vegas con la promesa de vino, mujeres y canciones para poder arrestarlos por lavado de dinero. Otros 16 banqueros fueron parte de las 130 personas acusadas en esta amplia operación.

HSBC admite su actividad criminal en corte

Frente a la posibilidad de verse prohibidos para hacer negocios en EEUU, dos de los bancos, Bancomer y Banca Serfin, se declararon culpables de los cargos criminales de lavado de dinero y aceptaron pagar US$14,6 millones en multas y confiscaciones (forfeiture). Cada uno cumplió una pena de 3 años de período de prueba (probation). Confía llegó a un acuerdo civil y devolvió bajo la figura de forfeiture US$12,2 millones y logró la desestimación de los cargos criminales.

Frente a la extensa actividad criminal que HSBC admitió ante el Subcomité del Senado de EEUU el pasado junio y en corte abierta en el Distrito Este de Nueva York recientemente, la conducta de los bancos mexicanos fue menor y las sumas prácticamente insignificantes. HSBC admitió haber lavado US$1.200 millones para sus clientes en Irán y México.

HSBC fue un modelo de diversidad en actividad criminal. A través de su presencia en México, se convirtió en el banco de elección de los carteles de la droga mexicanos, que se señalan como los responsables de la muerte de miles de personas durante el tiempo que HSBC realizó negocios con ellos.

Los delitos de HSBC incluyen violaciones de importantes leyes de seguridad nacional

Un documento presentado por el Departamento de Justicia en la corte federal de Brooklyn como parte del Acuerdo de Procesamiento Diferido (Deferred Prosecution Agreement) también acusó a HSBC de repetidas violaciones de las leyes International Emergency Economic Powers Act y Trading With the Enemy Act. Son algunas de las más serias acusaciones contra una institución. Estas leyes, que conllevan severas penas en prisión, son el bastión de las defensas del país contra enemigos foráneos. Las regulaciones bajo estas leyes son aplicadas por la Oficina de Control de Activos Financieros (OFAC) en el ámbito del Departamento de Tesoro. Además de hacer negocios con Irán, HSBC realizó negocios con Libia, Cuba, Sudán y Birmania, que también son países sancionados.

HSBC es acusado de haber movido US$7.000 millones de dinero producto de la droga hacia Estados Unidos en 2007 y 2008, o aproximadamente US$9,7 millones por día.

La actividad criminal de HSBC no fue producto de un par de malos empleados. Decenas y posiblemente cientos de empleados, supervisados y dirigidos por ejecutivos de HSBC, realizaron las actividades ilegales y los encubrimientos durante 10 años.

Breuer: Ningún ejecutivo de HSBC fue acusado porque no trabajan más allí

El Departamento de Justicia no acusó penalmente a ningún empleado de HSBC. En una entrevista con Bloomberg TV, el Procurador General Asistente, Lanny Breuer, dijo que no se acusó a ningún individuo en HSBC porque los “ejecutivos que estuvieron involucrados no están más en HSBC”.

No hay ninguna ley, regulación o regla del Departamento de Justicia que absuelva a una persona de responsabilidad penal bajo tales circunstancias.

Según el acuerdo con las agencias de EEUU, HSBC pagará US$1.900 millones en confiscaciones (forfeirure) y penalidades regulatorias. Este monto equivale al 5% de las ganancias en los años 2010 y 2011 (US$19.000 y US$16.500 millones respectivamente).

Según el Acuerdo de Procesamiento Diferido (DPA por su sigla en inglés) con el Departamento de Justicia, HSBC prometió obedecer la ley durante 5 años y mejorar sus operaciones de cumplimiento, que Breuer dijo eran prácticamente inexistentes previamente. Los DPA se han convertido en la carta ideal para que grandes instituciones financieras atrapadas cometiendo delitos en los últimos años eviten la cárcel. Además de HSBC, el Departamento de Justicia ha firmado DPAs con UBS, Barclays, ING y Standard Chartered este año.

HSBC ha realizado similares promesas a reguladores de EEUU en los últimos años. En junio pasado, el subcomité de Levin criticó a HSBC por no cumplir estas promesas.

Recientemente HSBC anunció con bombos y platillos que había contratado a otro ex alto funcionario del Departamento del Tesoro. Robert Werner liderará los nuevos esfuerzos de cumplimiento antilavado y de sanciones. A comienzos del año pasado, HSBC contrató al ex funcionario antiterrorismo del Departamento del Tesoro, Stewart Levey.

Las agencias de EEUU gastaron decenas de millones de dólares investigando a HSBC

HSBC opera en EEUU con un acta constitutiva de la Reserva Federal, que comparte supervisión regulatoria con la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC por su sigla en inglés). HSBC también cuenta con licencias para operar en varios estados de EEUU, incluyendo Nueva York donde es supervisado por el Departamento de Servicios Financieros del estado.

Las agencias de EEUU, incluyendo el FBI, DEA, IRS y ICE, gastaron importantes recursos investigando los delitos de HSBC en los últimos años. Se alega que funcionarios de algunas de estas agencias, además de algunos fiscales federales, se oponían a un DPA con HSBC. Reguladores en el Departamento del Tesoro, la Reserva Federal y la OCC s habrían advertido sobre el duro impacto en la economía del país si se tomaba una postura más severa.

Los grandes bancos están advertidos: “Irás a prisión si lo haces de nuevo”, dice Global Witness

Rosie Sharpe, funcionaria de Global Witness, organización que monitorea las actividades de gobiernos e instituciones financieras, incluyendo la corrupción, dijo, “Las multas por sí solas no harán cambiar el comportamiento de un banco: las chances de ser atrapados son relativamente pequeñas y las potenciales ganancias por aceptar riesgosos clientes son muy grandes. Las multas son vistas como otro costo de hacer negocios”.

“Si te atrapan con las manos en la masa irás a prisión, pero si eres un gran banco y te atrapan infringiendo la ley, pareciera que todo lo que sucederá es que serás multado y te dirán que irás a prisión si lo haces de nuevo. Los reguladores deberían hacer a los banqueros de alta jerarquía responsables legales por el rendimiento antilavado de sus bancos…en los casos más serios, los banqueros senior deberían enfrentar la posibilidad de ir a la cárcel”, añadió.

“El Departamento de Justicia de EEUU firma un Acuerdo de Procesamiento Diferido…, en el que el banco esencialmente recibe inmunidad de cargos a cambio de hacer lo que deberían haber hecho hace mucho tiempo”, concluyó.

El pasado junio, el Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado de EEUU realizó una audiencia y emitió un reporte sobre las actividades de HSBC. El presidente del Subcomité, el Senador Carl Levin, definió la cultura de HSBC como “contaminada”. Recientemente fue atípicamente poco crítico con el gobierno por el acuerdo, dijo, “el acuerdo de HSBC envía un poderoso llamado a los bancos multinacionales sobre las consecuencias de desentenderse de sus obligaciones antilavado”.

El Senador Grassley dice que el acuerdo de HSBC “con suerte llega a ser una bofetada en la muñeca”

El Senador Charles E. Grassley, el principal republicano en el Comité de Justicia del Senado, no fue tan optimista. Escribió al Procurador General Eric Holder criticando al Departamento de Justicia por “una inexplicable falta de voluntad para procesar y condenar a aquellos responsables de haber ayudado a los jefes de la droga y terroristas” y llamó al acuerdo con HSBC “con suerte una bofetada en la muñeca”.

HSBC no emitió un comunicado sobre el acuerdo pero dijo a través de su vocero Rob Sherman, “Estamos cooperando con las autoridades en las investigaciones”.

Recientemente, Lanny Breuer, Porcurador General Asistente del Departamento de Justica, dijo, “HSBC es responsable de impresionantes fallas en el control…que llevó al banco a permitir que narcotraficantes…lavaran cientos de millones de dólares a través de HSBC…, y facilitaran cientos de millones más en transacciones con países sancionados”.

“HSBC está pagando un precio muy alto por su conducta, y, bajo los términos del acuerdo, si el banco falla en cumplir de cualquier modo con el acuerdo, nos reservamos el derecho a procesarlo”, añadió.

Preguntas pendientes para el Departamento de Justicia

AFCS.org pidió al Departamento de Justicia que conteste estas preguntas:

¿Por qué HSBC no fue tratado de la misma forma que los tres bancos mexicanos, Bancomer, Banco Serfin y Banca Confía, fueron tratados por el Departamento de Justicia en la Operación Casablanca?

Lanny Breuer dijo en Bloomberg TV que HSBC no fue acusado debido a que el Departamento de justica quiso evitar “consecuencias colaterales horribles”. ¿Se consideró esto en los casos de Casablanca en términos del impacto que podría causar en México y a gente inocente?

Todavía no hemos recibido la respuesta del departamento de Justicia pero será publicada como un anexo a este artículo cuando sean recibidas.

Haga clic aquí para ver el Documento con los Hechos del Acuerdo de Procesamiento Diferido con HSBC
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