EE.UU. intensifica la lucha contra Hezbollah y los bancos extranjeros deben reforzar los controles

A medida que intensifica la presión contra Hezbollah, EE.UU. utiliza algunas de las mismas herramientas que ya puso en práctica para aplicar sanciones contra Irán, que prohíben a los bancos manejar fondos del grupo bajo la amenaza de ser bloqueado por el sistema financiero estadounidense.

Una nueva ley otorga a EE.UU. el poder de imponer sanciones a las instituciones financieras extranjeras que facilitan transacciones para Hezbollah o sus agentes. La ley obligará a los bancos no permitir que personas y entidades vinculadas a Hezbollah realicen transacciones u operaciones a través de sus sistemas, pero el gran desafío será la identificación de éstos, teniendo en cuenta que Hezbollah y sus operativos tienen extendido el uso de empresas fachada.

La ley Hezbollah International Financing Prevention Act de 2015,–Ley de Prevención del Financiamiento Internacional de Hezbollah—fue firmada por el presidente Barak Obama el mes pasado. En ese momento, el gobierno de EE.UU. señaló que la ley busca “maximizar las herramientas disponibles para reducir la red de Hezbollah”, y que la ley atacará la “infraestructura financiera” de la organización.

Hezbollah, el grupo político y militar chiita islamista respaldado por Siria e Irán, que ejerce un poder considerable en el Líbano, es considerado por Estados Unidos una organización terrorista.

Esta ley se inspira en una legislación de 2010 que endureció considerablemente el régimen de sanciones de Estados Unidos contra Irán. La ley, que se llama Comprehensive Iran Sanctions, Accountability, and Divestment Act of 2010, conocida como CISADA, dio a EE.UU. la autoridad para imponer sanciones a los bancos extranjeros por el manejo de ciertas transacciones con entidades iraníes sancionadas, incluyendo sus bancos que ya se encontraban bajo el régimen de sanciones de Estados Unidos.

Muchos expertos señalan que si los bancos quieren seguir haciendo negocios en o a través de EE.UU. ahora deberán darle prioridad a su debida diligencia relacionada con el Hezbollah y no proveer servicios financieros a entidades que figuren vinculadas con esta organización.

Si una entidad financiera ha tomado la decisión de ser parte del sistema financiero de EE.UU., va a tener que cumplir con estas nuevas obligaciones.

Pero encontrar esas entidades puede requerir tiempo y mucha de investigación. Funcionarios de EE.UU. han señalado en repetidas ocasiones en los últimos años que Hezbollah frecuentemente hace negocios con operativos o intermediarios que manejan empresas pantalla.

En la primera semana del 2016, Estados Unidos incluyó en su lista negra a Ali Youssef Charara y a su compañía de telecomunicaciones por apoyar al grupo terrorista. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos descubrió que Charara, presidente y gerente general de la sede en el Líbano de Spectrum Investment Group Holding SAL, recibió millones de dólares de Hezbollah para invertir en los proyectos comerciales que apoyan el grupo terrorista.

Las autoridades descubrieron que Charara también contaba con empresas en el área del petróleo en Irak manejadas por un miembro de Hezbollah, Adham Tabaja. Además, se probaron sus vínculos con Kassem Hejeij, conocido financista de la organización. Ambos, habían sido sancionados por EE.UU. meses atrás. En las investigaciones también surgieron evidencias de lazos directos entre Charara y los altos mandos de Hezbollah.

La incorporación de Charara a la lista negra es la primera desde que se aprobó en diciembre de 2015 la nueva ley de sanciones contra Hezbollah.

«Hezbollah utiliza muchas empresas de fachada», dijo una portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, cuando EE.UU. impuso sanciones en julio de 2014 contra Stars Gold Holding, una entidad que EE.UU. alegó ayudó a Hezbollah a obtener equipo militar sofisticado.

A pesar de esta dificultad y debido al potencial daño que pueden sufrir por incumplimiento, los bancos tienen que hacer un trabajo delicado para evitar abrirle sus puertas comerciales a Hezbollah y sus aliados.

Estas novedades ocurren en el mismo momento en se estima que Hezbollah se encontraría bajo presión financiera. El grupo se encuentra en varias rondas de sanciones de Estados Unidos.

El Departamento del Tesoro mantiene una lista, conocida como la Lista de la Parte 561, de los bancos sancionados bajo CISADA. Tres bancos están actualmente en la lista, incluyendo e banco chino Bank of Kunlun Co., que EE.UU. alegó en 2012 había proporcionado servicios financieros por cientos de millones de dólares para bancos iraníes que se encontraban sancionados.

Beijing, se opuso a la decisión de Estados Unidos, argumentando que las sanciones estadounidenses contra las instituciones financieras chinas violaban las normas que rigen las relaciones internacionales y afectaban los intereses de China.

Las autoridades estadounidenses utilizarán la nueva ley contra Hezbollah para continuar el ritmo de sanciones que buscan golpeara  grupos enfrascados en actividades ilícitas.