Paulatina, e inequívocamente, se está adoptando el estándar anticorrupción ISO 37001

Un estándar global antisoborno lanzado hace un año, luego de mucho tiempo de prueba, está ganando lentamente la aceptación del público.

La Organización Internacional de Estándares (International Standards Organization, ISO), un grupo no gubernamental que establece los patrones para una gran variedad de áreas, que van desde cómo se recolectan los alimentos hasta estándares sobre el medio ambiente, lanzó hace un año, el 14 de octubre de 2016, la ISO 37001. Como con todas las normas ISO, las empresas que adoptan el sistema—un amplio conjunto de requisitos para los programas de cumplimiento anticorrupción- pueden buscar la certificación de un auditor externo que se ajuste a las reglas.

No hay cifras disponibles sobre la adopción de la norma, pero algunas grandes compañías están dando el salto. Microsoft dijo en marzo que está buscando la certificación ISO 37001, y un ejecutivo de Wal-Mart Stores dijo en una conferencia en mayo que estaba trabajando para obtener la certificación también. Alstom, la empresa francesa de equipos ferroviarios, obtuvo la certificación para sus operaciones europeas en junio. El fabricante italiano de gas y energía Eni recibió la certificación en enero, y la empresa de servicios públicos Enel dijo que apunta a lograr la certificación este año.

Neill Stansbury, cofundador de la organización Global Infrastructure Anti-Corruption Center, un grupo independiente sin fines de lucro que proporciona recursos para ayudar a prevenir la corrupción en los sectores de infraestructura, construcción e ingeniería, lideró el comité de ISO que armó el estándar.

Para que una empresa sea certificada necesita que una compañía pueda auditar sus operaciones para asegurarse de que cumple con las reglas. Esas empresas que auditan pueden solicitar la aprobación de grupos nacionales—como por ejemplo el Consejo Nacional de Acreditación ANSI-ASQ de los EE. UU.— que certifica que los auditores están calificados. Las empresas son libres de obtener auditorías de firmas no acreditadas, pero muchas prefieren un proveedor acreditado.

Se está armando un grupo de auditores calificados en varios países, aunque todavía puede faltar tiempo para que exista un grupo grande de organizaciones acreditadas. La acreditación puede llevar mucho tiempo y las empresas necesitan saber que habrá demanda de auditorías ISO 37001 antes de asignar recursos en el área.

Es importante señalar que lleva tiempo para que un estándar de gestión ISO logre aceptación.

Algunas compañías han tenido problemas para encontrar auditores acreditados en distintos países.

Otro obstáculo, señalan los expertos, es que las compañías que ya cuentan con sólidos sistemas anticorrupción pueden no ver los beneficios obvios del estándar ISO. El estándar ha sido criticado porque no va mucho más allá de una guía sobre el cumplimiento anticorrupción emitida a lo largo de los años por reguladores como por ejemplo la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) y el Departamento de Justicia de Estados Unidos, según Michael Volkov, ex fiscal federal que lidera Volkov Law Group.

En una publicación en su blog, Volkov dice que los estándares tienen mucho para ofrecer, que entre otras áreas, es innovador en el proceso de diligencia debida en la contratación. «Este es un requisito importante y una deuda desde hace mucho tiempo», escribió. «Se ha prestado tanta atención a los riesgos de soborno de terceros que se han ignorado las contrataciones internas, la supervisión de los empleados y los riesgos asociados».

El factor diferenciador clave, señala, es la capacidad de las empresas de obtener la certificación de terceros, y la posibilidad de que los reguladores puedan ser más indulgentes al momento de controlar violaciones de soborno.

Según los expertos, el factor decisivo para la dirección que el estándar tomará en distintos países es la decisión de los gobiernos de determinar la obligatoriedad, o no, de las compañías de adherir al cumplimiento para participar de procesos donde se involucra dinero público, por ejemplo.