Los carteles mexicanos utilizan el sistema Hawala para lavar dinero del narcotráfico

Las autoridades federales de EE.UU. señalaron recientemente que desarticularon una red internacional de lavadores de dinero que movió millones de dólares para el cartel de Sinaloa y otros grupos criminales utilizando el sistema clandestino de remesas llamado hawala que pasa por alto los bancos tradicionales.

Gurkaran Singh Isshpunani, de 34 años, quien según la fiscalía es el líder de la organización encargada de llevar adelante este ardid, se presentó ante un tribunal en Los Angeles a comienzos de mes para enfrentar cargos de que ayudó a lavar más de US$ 4,5 millones producto de la venta de drogas en Canadá y Estados Unidos y estuvo involucrado en el tráfico de 29 kilos de cocaína y aproximadamente 90 libras de metanfetamina.

Durante un período de cuatro años de investigación por parte de la agencia antinarcóticos, DEA, y la agencia de rentas, IRS, ambas de EE.UU., las autoridades lograron incautar un total de más de US$ 15 millones en billetes, 321 kilogramos de cocaína, 98 libras de metanfetamina, 11 kilogramos de MDMA («éxtasis») y nueve kilos de heroína, según detalla un comunicado el Departamento de Justicia de EE.UU.

La acusación de 36 páginas imputa a Isshpunani y a otros de operar un sistema hawala – un método para transferir fondos en donde no existe el movimiento del dinero en efectivo y ha sido utilizado durante mucho tiempo en Asia y partes de África. En el centro de un hawala se encuentran intermediarios que reciben dinero de un cliente que buscan transferir los fondos a una persona en otra ciudad o país. Ese intermediario o corredor – llamado hawaladar – luego entra en contacto con otro hawaladar de confianza que se encuentra físicamente cerca de la persona que debe recibir el dinero y le instruye pagar al destinatario.

Los hawaladars no utilizan contratos escritos para documentar sus operaciones, señala la acusación, son sistemas que se basan absolutamente en la confianza entre los participantes del sistema. Son muy cuidadosos de mantener las obligaciones y créditos entre ellos en el equilibrio para evitar la necesidad de transferir dinero en efectivo para saldar deudas. Las variaciones del sistema hawala se utilizan ampliamente en Afganistán, la India y otros países en lugar de los bancos oficiales para realizar transacciones tanto legales como ilegales.

En este caso investigado por las autoridades, «narcotraficantes en Canadá generaban ganancias producto de la venta y distribución de droga proporcionada por los carteles mexicanos, entre ellos el Cartel de Sinaloa», alega la acusación. Los traficantes de drogas con sede en Canadá coordinaban las transferencias de dinero a sus contrapartes en México instruyendo a Isshpunani y otros presuntos hawaladars en Canadá para entregar cantidades específicas de dinero a couriers en EE.UU. que trabajaban en nombre de los carteles.

Los hawaladars en Canadá, una vez en posesión del producto de la venta de drogas en la divisa canadiense se ponía en contacto con hawaladars en Estados Unidos y autorizaban la entrega de las cantidades equivalentes de moneda estadounidense a los couriers que operan en el área de Los Angeles. Un número de cómplices nombrados en la acusación se desempeñó como couriers con sede en Estados Unidos, recogiendo y, posteriormente, entregando dólares en la zona de Los Angeles, a cambio de narcóticos que luego era transportado a Canadá para ventas y distribución.

Isshpunani fue arrestado el mes pasado en la ciudad de Buffalo, en el estado de Nueva York, cuando intentaba de cruzar de Canadá a EE.UU., según un comunicado difundido por la fiscalía. Un juez federal ordenó que Isshpunani sea enviado a Los Angeles. Otras catorce personas que también son acusadas en relación con el caso han sido arrestadas en los últimos meses, y las autoridades continúan la búsqueda de siete personas más.

El caso es el primer gran esfuerzo para apuntar contra este método de lavado, dijeron funcionarios de la justicia en un comunicado.

Al descubrir operaciones hawalas que funcionaban en Canadá y EE.UU., delincuentes operando para el cartel de Sinaloa y otras organizaciones del narcotráfico de México distinguen una vía para mover grandes sumas de dinero producto de la venta de drogas sin tener que lavar el dinero utilizando instituciones financieras.

La acusación detalla varias instancias de intercambio de dinero que los fiscales señalan que fueron organizados por Isshpunani y otros hawalandars para permitir que los narcotraficantes muevan dinero de la droga desde Canadá a México.

En un ejemplo, en el transcurso de unos pocos días en marzo de 2012, dos hombres organizaron la transferencia de más de US$ 500.000 en una serie de llamadas telefónicas donde hablaron en clave, según la acusación.

Una vez que el hawaladar en Canadá confirmó que había recibido el dinero por parte de los traficantes, su compañero en Los Angeles llenó dos cajas con US$ 522.000 y se fue a encontrar con un traficante de drogas en un estacionamiento en la ciudad de Alhambra en el condado de Los Angeles, dice la acusación. Los dos hombres luego se dirigieron a un templo religioso cercano, donde el hawaladar habría entregado el dinero al courier.

Un día después de que se transportó el primer paquete de dinero en efectivo, los mismos hawaladars organizaron para que otros US$ 600.000 se entregaran al courier en Los Ángeles, alega la acusación.

Isshpunani fue descrito por los fiscales como líder del grupo de hawaladars. En abril de 2012, organizó una transferencia US$ 400.000 entre Canadá y narcotraficantes en Los Angeles, según la acusación. Los fiscales también lo acusaron de organizar para que un hawaladar en Los Angeles pague a un hombre que transportó cocaína y metanfetamina en nombre de los traficantes.

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