La gigante farmacéutica Bristol-Myers Squibb paga US$14 millones para resolver acusaciones de corrupción

La Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. señaló esta semana que Bristol-Myers Squibb, una de las mayores farmacéuticas del mundo, llegó a un acuerdo para desestimar acusaciones de que su empresa conjunta en China realizó pagos en efectivo y proporcionó otros beneficios para proveedores de servicios de salud en hospitales estatales a cambio de ventas de medicamentos con recetas.

La compañía farmacéutica, con sede en Nueva York, pagará más de US$14 millones para resolver los cargos de la SEC de que violó la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA por sus siglas en inglés) y obtuvo ganancias de US$11 millones producto de estas conductas indebidas. La SEC resolvió la medida legal a través de una orden administrativa interna y no presentó cargos en tribunales.

«Bristol-Myers Squibb carecía de controles internos efectivos en las interacciones con los proveedores de atención médica en BMS China, su empresa conjunta con participación mayoritaria», señaló la SEC.

Entre 2009 y 2014, los representantes de ventas BMS China trataron de obtener y aumentar los negocios facilitando a los proveedores de salud efectivo, joyas y otros regalos, comidas, viajes, entretenimiento y patrocinios para conferencias y reuniones.

«BMS China registró erróneamente los gastos como legítimos gastos de negocios en sus libros y registros contables, que luego se consolidaron en los libros y registros de Bristol-Myers Squibb,» dijo la SEC. Según la agencia estadounidense, BMS violó las disposiciones de controles internos y conservación de documentos de la FCPA.

Sin admitir ni negar las acusaciones, la empresa accedió a la orden. Acordó devolver a la SEC US$ 11,4 millones de los beneficios más intereses por US$ 500.000, y pagar una multa civil de US$ 2,75 millones.

Entre las acusaciones de la orden:

Bristol-Myers Squibb no respondió en forma y tiempo a las señales de alerta que indicaban que el personal de ventas ofrecía sobornos y otros beneficios para generar ventas por parte de proveedores de atención de la salud en China.

Bristol-Myers Squibb no investigó las acusaciones de ciertos empleados de BMS China que fueron despedidos, de que facturas, recibos y órdenes de compra falsos, eran utilizados para financiar pagos indebidos a proveedores de atención médica.

Bristol-Myers Squibb se mostró muy lenta para remediar deficiencias en los controles internos para la interacción con los proveedores de salud y controlar posibles pagos inapropiados que fueron identificados en varias ocasiones en las auditorías internas anuales de BMS China entre 2009 y 2013.

Bristol-Myers Squibb acordó informar a la SEC durante dos años el estado de su recuperación y de la implementación de las medidas FCPA y de cumplimiento anticorrupción.

Kara Brockmeyer, jefa de la unidad de aplicación de la ley FCPA para la SEC, dijo que «el fracaso de Bristol-Myers Squibb en la implementación de un sistema eficaz de control interno y la falta de una pronta respuesta a los indicios de importantes brechas en el cumplimiento en su empresa conjunta china permitió que la práctica generalizada de proporcionar incentivos corruptos a cambio de la venta con receta continuara durante años».

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