Iván Alemán Loza: La certificación de la CNBV en México hará que los procesos de control en las instituciones financieras sean más efectivos y con una visión más clara basada en riesgos

Por Gonzalo Vila
28 de julio de 2015

Entrevista a Iván Alemán Loza, Vicepresidente de Supervisión de Procesos Preventivos de la Comisión Nacional de Bolsa y Valores de México ante la primera edición de la certificación de la CNBV

La certificación en materia de prevención de operaciones con recursos de procedencia ilícita y financiamiento al terrorismo comandada por la Comisión Nacional de Bolsa y Valores de México (CNBV) que tendrá su primera edición a finales de agosto tiene como objetivo avalar los conocimientos, a través de un examen, de un grupo de profesionales, entre los que se encuentran oficiales de cumplimiento, cuyas funciones estén relacionadas con la detección, prevención y combate del lavado de dinero en una amplia gama de entidades financieras.

La Asociación de Especialistas Certificados en Delitos Financieros entrevistó a Iván Alemán Loza, Vicepresidente de Supervisión de Procesos Preventivos de la CNBV, en relación con los esfuerzos que México y su agencia están realizando en vísperas del primer examen.

El funcionario también explica algunas de las medidas que desde la CNBV se están tomando desde hace un par de años con la intención de crear un ambiente de supervisión más preciso pero también buscando generar conciencia entre los distintos actores con el objetivo último de preservar la estabilidad del sistema en su conjunto.

Según el funcionario, algunos de los objetivos y metas planteados originalmente fue que la totalidad de los centros cambiarios, de los transmisores de dinero y de las sociedades financieras de objeto múltiples tuvieran sus controles mínimos en materia de prevención de lavado de dinero, lo cual no había sido posible en los años anteriores. A continuación la entrevista donde Alemán Loza explica cuánto se avanzó, qué objetivos se han alcanzado y cuáles son algunos de los obstáculos por superar.

¿Cómo espera la CNBV el primer examen de certificación antilavado (ALD) a fines de agosto?

El 29 de agosto próximo será un día inédito porque alrededor de 560 personas, entre oficiales de cumplimiento de instituciones de crédito, auditores internos y auditores externos independientes, sustentarán una evaluación ante el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior, A.C. (CENEVAL), institución de reconocido prestigio en México, para acreditar que cuentan con los conocimientos necesarios para desempeñar sus funciones en materia de prevención de lavado de dinero y de financiamiento al terrorismo, con lo cual podrán obtener, una vez acreditada dicha evaluación, la certificación de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

Se espera una jornada intensa, con nerviosismo y expectativas tanto en las instituciones financieras como en la CNBV; sin embargo, también existe mucha confianza en su éxito porque la certificación permitirá generar mejores personas, profesionales más preparados y mayor competencia en el sector, lo que hará que los procesos de control en las instituciones financieras sean más efectivos y con una visión más clara basada en riesgos.

¿Cuáles son las expectativas para los futuros exámenes relacionados con entidades tradicionalmente menos presionadas a las obligaciones ALD que bancos?

Las expectativas con otro tipo de entidades también son muy buenas. Ha habido una preocupación por una capacitación más intensa en aras de sustentar debidamente la evaluación. En ese sentido, la oferta educativa ha sido más, de mayor calidad, más ad hoc; incluso, la propia CNBV participará en la capacitación mediante la Primera Jornada PLD/FT que tendrá lugar en el mes de septiembre, con miras a capacitar a quienes sustentarán su evaluación en noviembre de este mismo año y para el 2016.

En suma, las instituciones financieras y las personas han tomado con mucha seriedad, determinación y en forma activa el tema de la certificación, porque es una política pública que presenta claros beneficios en diversas aristas.

Un problema recurrente en países de América Latina es que muchas organizaciones no saben que son sujetos obligados y la falta de recursos públicos imposibilita fiscalizar el accionar de todo el universo, ¿esta iniciativa de una “certificación gubernamental” puede crear una ola de concientización en todo el arco de supervisados?

Sin duda. El esfuerzo ha sido mayor para generar una adecuada cultura, generar economías de escala, maximizar los beneficios y trazar estrategias y acciones de corto, mediano y largo plazo, con objetivos y metas muy claros que deben irse cumpliendo.

La iniciativa de certificación la comenté por primera vez con el Banco Mundial y varios colegas en el entonces GAFISUD de Buenos Aires, Argentina, en 2013; a partir de ahí el trabajo comenzó y es una realidad en México, pero además, varios países en América Latina han comenzado a interesarse en el modelo mexicano, el cual he expuesto, por ejemplo, en GAFILAT en Guatemala en el 2014.

En los últimos años se ha producido en México un creciente fortalecimiento en las funciones de vigilancia de entidades financieras, centros cambiarios y transmisores de dinero, ¿cuál fue el camino tomado por la CNBV para este incremento? ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan las autoridades en México para supervisar a la gran cantidad de sujetos obligados?

Las capacidades y recursos son limitados y siempre lo serán; de ahí la importancia, como indiqué en tu pregunta anterior, de trazar estrategias y acciones muy claras.

En 2013 parte de los objetivos y metas planteados fue que la totalidad de los centros cambiarios, de los transmisores y de las sociedades financieras de objeto múltiple (SOFOMES ENR) –que en México les llamamos no reguladas por no tener vínculos con grupos financieros, entre otros aspectos– tuvieran sus controles mínimos en materia de prevención de lavado de dinero, lo cual no había sido posible en los años anteriores.

En números gruesos o redondos, en 2013 teníamos más de 1600 centros cambiarios, 70 transmisores de dinero y 3600 SOFOMES ENR; pero no contábamos con la certeza de sus controles y la CNBV no había tenido la capacidad de ejercer plenamente sus funciones de vigilancia. Ello generaba cierta desconfianza en el sector financiero.

Pues bien, teniendo claro el objetivo se trabajó en una estrategia que implicó modificar el andamiaje jurídico, orientar y trabajar con este tipo de entidades para lograr el objetivo. La Reforma Financiera publicada en enero de 2014 dio las herramientas que dichas entidades debían obtener (entre otros requisitos) para continuar operando, o bien para comenzar a operar.

Esas herramientas se dieron bajo la figura de un “Dictamen Técnico” en materia de prevención de operaciones con recursos de procedencia ilícita, ese Dictamen Técnico es emitido por la CNBV, lo que otorga mayor certeza y confiabilidad.

El proceso tomó todo 2014 y parte de 2015; hoy todos los centros cambiarios, los transmisores de dinero y las SOFOMES ENR fueron sujetos de acciones de vigilancia por la CNBV y cuentan con sus controles mínimos en materia de prevención de lavado de dinero, lo que permitió una depuración natural para quedar, en números aproximados, en alrededor de 1100 centros cambiarios, 43 transmisores de dinero y 1500 SOFOMES ENR.

El sector se redujo, pero la confianza y las oportunidades de negocio crecieron y son mejores.

¿Cómo ve México algunas tendencias hacia la autorregulación en materia de prevención de lavado de dinero por parte de grupos o gremios en distintas industrias?

Muy positiva. La Reforma Financiera publicada en enero de 2014 establece esquemas claros de autorregulación en materia prudencial y, en consecuencia, de prevención de lavado. Pero en efecto, grupos o gremios distintos comienzan a interesarse, por ejemplo, en el tema de certificación, cierto sector experto en México ha planteado que las “actividades vulnerables” que no están bajo la supervisión de la CNBV, sino de otras instancias gubernamentales, sean objeto de ese tipo de procesos.

¿Cuál fue el resultado del proyecto conocido como programa de diagnóstico Conoce a tu Entidad con el objetivo de fortalecer las estructuras de control y mitigación de riesgos de las instituciones financieras?

Positivo, sin duda. Es otra medida inédita en México que genera conocimiento y entendimiento entre las instituciones financieras y la CNBV, por lo que hace a su negocio, productos, clientes, controles, entre otros aspectos.

Este programa ha permitido que, con mayores elementos de conocimiento y de análisis, la supervisión de la CNBV sea más eficiente, asertiva y con un énfasis mayor en los riesgos a los que está expuesta la entidad en lo particular. Ha permitido generar recomendaciones y dar un valor agregado al interior de las instituciones financieras.

El proceso es lento porque implica reuniones largas y extenuantes al menos cada 15 días, pero no se trata de ir a prisa sino de ser precisos.

Hoy este programa adquiere una nueva modalidad: que el entendimiento sea no sólo en la CNBV sino en los propios comités de cumplimiento de las instituciones financieras, en sus sesiones, en presencia de la alta dirección y de los consejeros delegados o independientes, en donde la retroalimentación no sólo es mayor, sino que permite toma de decisiones estratégicas y de común acuerdo al más alto nivel y con la mayor sensibilidad.

Se aprende y se genera un conocimiento y experiencias compartidas que son aprovechados de la mejor forma.

¿Podrá imitarse en otros países de la región esta iniciativa de la certificación en México para determinar que las personas que verifican el cumplimiento en materia de PLD/FT cuentan con los conocimientos adecuados? ¿Podría ser el propio regulador mexicano quien lleve el liderazgo para guiar a las autoridades en otras jurisdicciones sobre cómo implementarla?

Por supuesto que sí, otros países se han mostrado interesados y he expuesto el tema en los foros o espacios internacionales a los que asisto, en los que existen pláticas de interés, por ejemplo, con la Organización de Estados Americanos, para el caso de Centroamérica.

México estaría muy agradecido y sería un privilegio el que le permitieran compartir su experiencia y ser parte de un nuevo paradigma.

¿Cómo fue la experiencia en México con el límite impuesto en 2010 a los depósitos en dólares en efectivo en el sistema financiero mexicano con el objetivo de impedir el ingreso de fondos de la delincuencia en los bancos? ¿Se han observado cambios en los patrones de comportamiento/movimiento de los fondos?

La medida fue emergente y transitoria, porque se trataba de contener el flujo de dólares con cierta presunción de ilegalidad. Desde luego se observaron cambios en los patrones de comportamiento.

Lo que puedo decir es que con la serie de medidas que se han tomado, la confianza en la existencia y aplicación efectiva de los controles en las instituciones financieras se ha incrementado, lo que aportó elementos para que se modificaran las disposiciones en diciembre de 2014, con el objeto de que, bajo ciertos requisitos, se permitan las transacciones con dólares en efectivo sin aplicar los límites.

La información de los últimos años es mayor y más confiable, por lo que la toma de decisiones también es mucho mejor y las preocupaciones, para buena fortuna, han disminuido un tanto.