INFORME CRIPTO DE CHAINALYSIS: POR QUÉ 2019 FUE EL AÑO DE LOS ESQUEMAS PONZI

Si los últimos años han demostrado algo, es que la criptomoneda no es solo para delincuentes. Las encuestas muestran que la adopción está aumentando, ya que el 18% de todos los estadounidenses y el 35% de los millennials estadounidenses han comprado criptomonedas en el último año. Importantes instituciones financieras como JP Morgan se están involucrando y populares compañías como Amazon y Starbucks ahora permiten a los clientes pagar en Bitcoin.

Sin embargo, la naturaleza descentralizada y semianónima de la criptomoneda la convierte en una opción excepcionalmente atractiva para los delincuentes, y la adopción de la tecnología por parte de éstos ha ayudado consolidar su reputación. Pero el hecho es que, a diferencia del efectivo y otras formas tradicionales de transferencia de valor, la criptomoneda es inherentemente transparente. Cada transacción se registra en un libro de registro. Con las herramientas adecuadas, podemos ver cuánto de toda la actividad de criptomonedas está asociada con el crimen, concentrarse en los tipos de delitos que dominan el ecosistema, compartir ideas con las fuerzas del orden y la industria para evitar que los delincuentes abusen del sistema.

Entonces, ¿cómo fue el criptocrimen en 2019? El análisis de Chainanalysis muestra que un total de US$11.500 millones en transacciones de criptomonedas el año pasado fueron asociaron con actividades delictivas, lo que representa el 1,1% de la actividad total.

Haga clic aquí para acceder al informe completo para obtener más información sobre los esquemas Ponzi y otras estafas que en el ámbito del criptocrimen en 2019. También obtendrá datos, investigaciones y estudios de casos sobre otras formas de criptocrimen, incluyendo darnet marketes, ransomware, ataques de intercambio y más.