Atacar la corrupción poniendo fin al secreto en torno a la propiedad de las compañías

[private]Los esfuerzos globales de Transparencia Internacional para combatir la corrupción toman una nueva dirección el 19 de junio con el lanzamiento de una iniciativa para descubrir a los corruptos y las compañías que estos delincuentes utilizan para esconder sus ganancias ilícitas.

Las compañías fantasmas, jurisdicciones de alto secretismo y opacas estructuras corporativas permiten que los corruptos escondan sus botines. En Melbourne la presidenta de Transparencia Internacional Huguette Labelle hablará sobre cómo los gobiernos pueden poner un freno a los corruptos. Labelle hablará sobre la necesidad de que los gobiernos del G-20 hagan los cambios necesarios para asegurar que las autoridades y el público sepan quién se beneficia de cada compañía registrada en sus territorios.

Han pasado ya seis años desde que los jefes de las economías desarrolladas y en vías de desarrollo se reunieron por primera vez para discutir el estado del sistema financiero mundial. El G-20 introdujo un programa anticorrupción, pero este programa necesita ser reforzado e implementado, señala TI.

“Los desafíos que nuestro mundo enfrenta en la actualidad son enormes, pero si las economías líderes pueden cumplir las promesas realizadas en los recientes años, puede tener un impacto positivo no solo en sus economías sino también en los esfuerzos mundiales para promover un sostenible progreso económico”, señala Labelle.

Ese será el mensaje la próxima semana cuando Labelle presione al G-20 para que tome medidas más enérgicas en el Plan de Acción Anticorrupción.

Un informe del Banco Mundial señala que entre los 213 grandes casos de corrupción estudiados en los últimos 30 años, más del 70% mostró que los fondos robados fueron disfrazados utilizando personas jurídicas, la mitad de las cuales fueron compañías fantasmas anónimas.

Según el Banco Mundial solo el costo del soborno asciende a más de US$2 billones por año y esta cifra no incluye la malversación o robo de bienes públicos y así y todo representa casi el 1,4% del producto interno bruto global. En una reciente encuesta de TI un 27% de los participantes en 15 de los países que componen el G-20 creían que habían perdido negocios debido a prácticas corruptas y una encuesta de PriceWaterhouseCoopers de unos 400 altos ejecutivos señala que casis el 45% señaló que los riesgos relacionados con la corrupción los llevó a tomar la decisión de no ingresar en un mercado o intentar aprovechar una oportunidad comercial.

Para poder eliminar la corrupción las fisuras en el sistema financiero que permiten que los corruptos muevan y escondan activos robados deben ser eliminados. Con esta idea en mente, TI pide a los líderes del G-20 que entre otras medidas adopte e implemente un nuevo sucesor del actual Plan de Acción Anticorrupción, promulgue legislación para proteger a los denunciantes que reporten actividades corruptas, trabaje para la creación de un nuevo estándar global y transparente que requiera el reporte público corporativo, con énfasis en las industrias vulnerables a la corrupción tales como el sector de recursos naturales, asegurar que los funcionarios corruptos no puedan moverse con total impunidad entre los países del G-20.

El año pasado TI señaló que 1 de cada 4 personas que participaron en su encuesta global había pagado un soborno para acceder a un servicio.[/private]