Algunos de los principales desafíos para el cumplimiento de los delitos financieros de 2018 y más allá

Desde una mayor presión regulatoria hasta el dolor perenne de las sanciones, está claro que los riesgos financieros siguen siendo altos. Medidas regulatorias en los últimos años, con un enérgico comienzo en 2018, han producido una serie de investigaciones y sanciones, han puesto en peligro licencias para continuar operando y han encontrado individuos personalmente responsables por el incumplimiento, poniendo en peligro no solo el empleo en sus instituciones, sino también sentando un precedente que podría estigmatizar el futuro en el área de cumplimiento. Una encuesta de la industria ha analizado varias tendencias clave para prepararse, que incluyen:

Participación de la Junta Directiva o Consejo de Administración: las juntas directivas de las instituciones financieras desempeñan un papel crucial en la adopción e implementación de programas efectivos de ALD/CFT y cumplimiento de sanciones en toda la empresa, pero muchas juntas no están liderando el camino, no están lo suficientemente involucradas como para saber qué hacer o no han sido capacitadas lo suficiente para tomar decisiones informadas sobre el cumplimiento ALD/CFT.

De-risking, eliminación de riesgos: la tendencia a la reducción de riesgos parece haber conducido a una reducción en las relaciones –principalmente bancos corresponsales— mantenidas por las instituciones, lo que lleva a problemas más complicados. ¿Qué? Ahora, las entidades “sin riesgos”, aquellas a las que se les han cortado las relaciones de corresponsalía, están tratando de volver a ser “riesgosas” escondiéndose detrás de otras compañías de fachada o ir a otros bancos con menos conocimiento/cultura de cumplimiento, lo que lleva a dinámicas de relaciones anidadas invisibles.

Los puntos ciegos de las sanciones: los bancos esperan en los próximos dos años gastar prodigiosamente en sistemas ALD/CFT, incluyendo una gran cantidad de efectivo en los sistemas de evaluación de sanciones. Pero estos sistemas no son a prueba de balas y deben contar con un análisis informado, experimentado y entrenado para tomar las decisiones correctas de enterrar una alerta—documentando la decisión— o anunciar un cierto. Esos desafíos se magnifican a medida que los caprichos geopolíticos se expanden y los criminales mejoran su propia creatividad en la prevención de sanciones.