Rabobank es multado por “hacer la vista gorda” a potencial dinero sucio proveniente del narcotráfico de la frontera México-EE.UU.

Una subsidiaria en EE.UU. del gigante financiero holandés Rabobank fue sentenciada por ocultar fallas en su programa contra el lavado de dinero y luego proporcionar información engañosa sobre el programa cuando fue investigado por los reguladores federales, dijo el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

El juez Jeffrey Miller, del Distrito Sur de California, pronunció la sentencia. Rabobank enfrenta una multa de US$ 500.000 y un período de prueba de dos años. Además, como parte de su declaración de culpabilidad, Rabobank renunció (forfeit) unos US$ 369 millones al gobierno de Estados Unidos por permitir que los fondos ilícitos se procesen a través del banco.

Como resultado, el banco bloqueó o retrasó las investigaciones sobre transacciones sospechosas de cerca de US$370 millones cerca de la frontera con México que se cree que están vinculadas con el narcotráfico y el crimen organizado.

La compañía, Rabobank National Association, es conocida como líder en préstamos agrícolas en California y empleó a más de 200 trabajadores en Roseville en 2014, según un artículo de Sacramento Bee. Su empresa matriz, Rabobank Group, opera desde Holanda.

Rabobank se declaró culpable de los cargos de conspiración para defraudar a Estados Unidos y obstruir corruptamente la inspección de una institución financiera a principios de este año. También confiscó casi US$370 millones por permitir que los fondos ilícitos se procesen a través del banco.

«La sentencia y el decomiso relacionado demuestran que el Departamento de Justicia utilizará todas las herramientas a nuestra disposición para combatir el narcotráfico y la delincuencia transnacional, incluido el enjuiciamiento de las instituciones financieras que hacen la vista gorda a las ganancias ilícitas que se mueven a través de las cuentas de sus clientes», señaló en una declaración el Fiscal General Adjunto Interino John Cronan dijo.

Rabobank admitió haber realizado cambios en sus políticas contra el lavado de dinero en 2009. Durante los siguientes tres años, esas políticas permitieron transacciones que anteriormente se consideraban de alto riesgo, tales como depósitos y retiros en efectivo de gran cantidad, transacciones de cheques y transferencias electrónicas, que pasaran sin ser reportadas o que se retrasara la presentación de informes ante la UIF de EE.UU., FinCEN.

Mientras tanto, las sucursales del banco en el condado Imperial de California dependían del efectivo proveniente de México que, según el comunicado de prensa, el banco probablemente sabía que estaba vinculado al narcotráfico y el crimen organizado. El banco continuó trabajando con los clientes que manejaban mucho efectivo de México e ignoró los procedimientos adecuados que abordan las transacciones de alto riesgo hasta aproximadamente 2013.

Por último, Rabobank admitió que al menos tres ejecutivos dieron deliberadamente información falsa y engañosa sobre el programa antilavado de dinero del banco cuando la Oficina del Contralor de la Moneda de EE.UU. investigó los hallazgos de un consultor externo «describió las deficiencias y la ineficacia resultante» del programa. Dos empleados también fueron despedidos por proporcionar al regulador, Office of the Comptroller of the Currency u OCC, información sobre las fallas del programa.