En un golpe al narcotráfico EE.UU. imputa a jefes de principal banda criminal de Colombia

Diecisiete supuestos jefes y asociados del Clan Úsuga fueron acusados formalmente como parte de un golpe coordinado  en Brooklyn y Miami contra el grupo de narcotraficantes de Colombia.

La fiscalía de Nueva York y la DEA anunciaron esta semana la apertura de cinco acusaciones formales en los tribunales federales en Brooklyn y en Miami imputando cargos a 17 supuestos jefes y asociados de una de las bandas criminales emergentes (bacrim) más grande y con mayor influencia, el Clan Úsuga (antes conocido como los Urabeños). A los supuestos jefes y otros miembros de alto rango dentro del Clan Úsuga se les imputa el manejo de empresas criminales, participación en conspiraciones internacionales de tráfico de cocaína, y de utilizar armas de fuego para llevar a cabo sus delitos de narcotráfico. El Clan Úsuga y muchos de sus principales jefes ya antes habían sido designados por el presidente de Estados Unidos y la Oficina de Control de Activos Extranjeros como narcotraficantes específicamente designados.

El Departamento de Estado ofrece una recompensa de US$5 millones por información que lleve al arresto y/o condena del supuesto jefe principal del Clan Úsuga, Dairo Antonio Úsuga David, también conocido como Otoniel.

“Las acusaciones formales que se anuncian son el resultado de un esfuerzo nacional e internacional para parar el movimiento de drogas por todo el mundo y dentro de nuestras comunidades”, dijo Kelly T. Currie, Fiscal Federal Interina para el Distrito Este de Nueva York.  “Estamos unidos junto con nuestros socios en Colombia con el firme compromiso de erradicar a los jefes de las empresas narcotraficantes criminales dondequiera que se encuentren”.

Estas acusaciones formales son el resultado de años de trabajo que contó con la ayuda por parte de la Policía Nacional Colombiana y la Oficina de la Fiscalía General de Colombia dijo el Director Regional de la DEA Jay Bergman.  “Estas acusaciones formales representan el compromiso inalterable bilateral de Estados Unidos para definitivamente desmantelar lo que se puede considerar la última de las grandes bandas criminales estructuradas a nivel nacional en Colombia”.

Los jefes del Clan Úsuga fueron acusados tanto en Brooklyn como en Miami como supuestos comandantes del grupo criminal responsables de cobrar impuestos por las drogas, coordinar los envíos de drogas, manejar a los combatientes armados, y mantener control sobre áreas territoriales específicas dentro de Colombia.

Una acusación formal abierta esta semana en Miami acusa a Dairo Antonio Úsuga-David, Jairo De Jesús Durango Restrepo, Roberto Vargas Gutiérrez, a Arístides Manuel Mesa Páez, Alverio Feo Alvarado, Oscar David Pulgarín Ganan, Ramiro Caro- Pineda, César Daniel Anaya Martínez, y Eduardo Luis Vargas Gutiérrez, de conspiración para distribuir cocaína, sabiendo que sería importada a Estados Unidos. Específicamente, se les imputa a los acusados la distribución, remontándose desde 2002 e incluyendo hasta junio de 2015 en Colombia, Venezuela, Ecuador, Guatemala, Panamá, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, México y en otros lugares.

Según una acusación formal suplente abierta previamente en Miami a los acusados Henry De Jesús López Londono, también conocido como “Mi Sangre”, Jhon Fernando Giraldo Úsuga, Arley Úsuga Torres,  José Carlos Londono Robledo, Carlos Antonio Moreno Tuberquia, Edison Gómez Molina, y Juan Diego Giraldo Úsuga,  se les acusa de conspiración para distribuir 5 kilogramos o más de cocaína sabiendo que sería importada a los Estados Unidos. Gómez Molina, Giraldo Úsuga y Fernando Úsuga se declararon culpables de una acusación formal suplente el 26 de noviembre de 2013, el 20 de marzo de 2014 y el 8 de mayo de 2014, respetivamente. Según sus presentaciones fácticas, remontándose por lo menos a octubre de 2006 y hasta finales de febrero de 2012, Gómez Molina, Giraldo Úsuga y Fernando Úsuga, juntos con otros, utilizaron aviones y otros medios de transporte para enviar múltiples cargamentos de cocaína de Colombia a Centroamérica. Los cargamentos variaban entre 300 y 600 kilogramos cada uno. Desde allí se entregaba la cocaína a representantes de otras organizaciones, que se encargaban de la cocaína y al final la importaban a Estados Unidos.

Cada acusado admitió que era responsable de enviar o de intentar enviar por lo menos 150 kilogramos de cocaína y que sabían que la cocaína al final se importaría a Estados Unidos. Gómez Molina fue sentenciado a 63 meses de cárcel el 4 de febrero de 2014, Giraldo Úsuga a 63 meses el 9 de junio de 2014 y Fernando Úsuga a 168 meses el 29 de agosto de 2014.

En otra acusación formal en Miami, a Víctor Alfonso Mosquera Pérez, también conocido como “Negro”, se le acusa de conspiración para distribuir 5 kilogramos o más de cocaína, sabiendo que sería importada a Estados Unidos. Específicamente, la distribución supuestamente ocurrió desde el 2008 hasta aproximadamente el 9 de mayo de 2014, en Colombia, Honduras, Nicaragua y otros lugares.

Como se detalla en una de las acusaciones formales de Brooklyn, Úsuga-David, Vargas Gutiérrez, Moreno Turberquia, y otros, como jefes del Clan Úsuga , conspiraron para importar más de 73 toneladas de cocaína a Estados Unidos.  El Clan Úsuga coordinó la producción, compra y traslado de cargamentos de múltiples toneladas de cocaína, así también como la recepción de los cargamentos de cocaína en México y Centroamérica, para la importación final a Estados Unidos. El Clan Úsuga también controlaba territorios en varias áreas de Colombia e imponía un impuesto a cualquier narcotraficante que trabajase en esos territorios, una tarifa establecida por cada kilogramo de cocaína fabricado, almacenado o transportado a través de las áreas bajo su control.  La acusación formal alega además que los acusados empleaban a sicarios, quienes llevaban a cabo actos de violencia incluyendo homicidios, agresiones, secuestros y asesinatos para cobrar deudas de drogas, mantener la disciplina, controlar y ampliar el territorio de drogas y para promover y mejorar la posición de la organización.

En la segunda de las acusaciones abiertas en Brooklyn a Orlando Gutiérrez-Rendón, se le acusa de encabezar la organización de narcotráfico Gutiérrez-Rendón, dicha  organización de tráfico de cocaína y de cobros de deudas de cocaína basada en Cali, Colombia, que estaba alineada con el Clan Úsuga.  Según la acusación, la organización de Gutiérrez-Rendón estaba involucrada en el envío de cargamentos de múltiples toneladas de cocaína desde Colombia a México, El Salvador y Panamá para su importación final dentro de Estados Unidos.  Se alega además que la organización actuaba también como agencia de cobros, usando violencia y asesinatos para cobrar pagos y deudas pendientes relacionados con los envíos de cocaína, de parte del Clan Úsuga. A cambio de su papel en el cobro de fondos, la organización recibía un porcentaje de participación como dueños en los cargamentos de cocaína. A Gutiérrez-Rendón se le acusa también de conspirar para asesinar a narcotraficantes rivales, incluyendo el asesinato de Samir García.  Entre enero de 2006 y mayo de 2013, Gutiérrez-Rendón supuestamente importó más de 30.000 kilogramos de cocaína a Estados Unidos.

En la tercera acusación se atribuye a Gustavo Palomino Araujo de encabezar la organización Palomino Araujo, organización responsable de tráfico de cocaína, cobros de deudas de cocaína y una organización paramilitar basada en Cali que estaba alineada con el Clan Úsuga. Se alega que la organización facilitó el traslado de envíos de múltiples toneladas de cocaína desde Colombia a México y Centroamérica para su importación a Estados Unidos, que controlaba territorio en varias áreas de Colombia, que imponía un impuesto a cualquier narcotraficante operando en las regiones bajo su control, y que empleaba a sicarios para cobrar deudas. A Palomino Araujo también se le acusa de conspirar para asesinar a numerosos narcotraficantes rivales.

En total, se imputan cargos a 25 individuos en las investigaciones coordinadas entre las Oficinas de las Fiscalías Federales de Estados Unidos en Brooklyn y Miami. Todos los acusados contemplan una sentencia máxima de cadena perpetua si se les condena por todos los cargos en su contra. Ciertos individuos nombrados en las acusaciones formales abiertas hoy también tienen cargos en otras Oficinas de Fiscalías Federales de los Estados Unidos. Estos casos son el resultado de esfuerzos continuos por parte del Grupo Conjunto de Trabajo Contra el Crimen Organizado de Narcotráfico  (OCDETF), una asociación entre agencias de orden público a nivel federal, estatal y local. La misión de OCDETF es identificar, investigar y procesar a miembros de alto nivel de las organizaciones de narcotraficantes, uniendo y vinculando las pericias y capacidades únicas de las fuerzas de orden público federales, estatales y locales.

“Los casos señalados demuestran que el gobierno de Estados Unidos, en colaboración con nuestros socios internacionales para el cumplimiento de la ley, sigue combatiendo con éxito a los jefes y asociados de las empresas criminales que quieren suministrar estupefacientes dentro de los Estados Unidos”, dijo Wifredo A. Ferrer, Fiscal Federal de Estados Unidos para el Distrito Sur de la Florida. “Juntos, las Oficinas de las Fiscalías Federales de Estados Unidos y las autoridades de Colombia nos dedicamos a desmantelar sistemáticamente una estructura de bandas criminales tras otra, y a eliminar la amenaza que presentan para nuestras comunidades”.