EE.UU. incluyó al vicepresidente de Venezuela en la lista de narcotraficantes designados

El nuevo gobierno estadounidense de Donald Trump sancionó esta semana al nuevo vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, acusándolo de ser un capo internacional de la droga.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro dijo que El Aissami, quien fue nombrado vicepresidente el mes pasado, facilitó envíos de drogas fuera del país a través de su control de las bases aéreas y puertos de embarque. Funcionarios del Tesoro de EE.UU. dijeron que en sus anteriores cargos como gobernador del estado de Aragua y ministro del Interior del país, estuvo involucrado en grandes envíos de drogas desde Venezuela a México y Estados Unidos.

También fue sancionado su supuesto testaferro, Samark José López Bello, y 13 compañías que posee o controla en las Islas Vírgenes Británicas, Panamá, Reino Unido, Estados Unidos y Venezuela.

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Las sanciones contra el segundo funcionario gubernamental más importante de Venezuela, que está en línea para suceder al presidente Nicolás Maduro, casi seguramente conducirán a un desgaste mayor en las ya tensas relaciones con el gobierno de EE.UU.

El Aissami, hijo de inmigrantes de Siria y Líbano, ha tenido un meteórico ascenso político. Hace poco más de una década, era activista estudiantil en la zona rural de Venezuela. Desde entonces, el joven activista, de 42 años, fue escalando puestos gubernamentales para convertirse en ministro del Interior, gobernador y ahora vicepresidente.

El 4 de enero pasado, Maduro nombró a El Aissami vicepresidente. El Aissami tiene la reputación de ser un defensor a ultranza del fallecido presidente Hugo Chávez. También lidera un grupo de trabajo especial para erradicar posibles complots de golpes contra Maduro, por lo que Maduro ha confiado en él por encima de otros.

El Departamento del Tesoro lo colocó en una lista reservada para «narcotraficantes especialmente designados» (specially designated narcotics traffickers), parte de lo que se conoce como la Ley Kingpin. Bajo las sanciones, los activos propiedad de El Aissami y López Bello serán bloqueados en EE.UU., y es ilegal que los ciudadanos estadounidenses tengan tratos con ellos.

Hace dos años, el gobierno de Obama ordenó sanciones contra siete funcionarios del gobierno que, según dijo, habían reprimido opositores políticos o eran corruptos. Pero en Venezuela, ser sancionado por los Estados Unidos no necesariamente se traduce en algo negativo. Entre los funcionarios sancionados por presunto narcotráfico figura un alto funcionario antinarcóticos, Néstor Reverol.

John E. Smith, director interino de la OFAC, dijo que las sanciones del lunes son el resultado de una investigación sobre narcotraficantes que lleva varios años.

«Este caso resalta nuestro enfoque continuo en narcotraficantes y aquellos que ayudan a lavar sus ganancias ilícitas a través de Estados Unidos», dijo Smith. «Negar un refugio seguro para los activos ilícitos en Estados Unidos y proteger el sistema financiero estadounidense de los abusos sigue siendo una prioridad del Departamento del Tesoro».

Este mes, 34 legisladores de EE.UU. enviaron una carta bipartidista instando al presidente Trump a que impusiera sanciones a funcionarios gubernamentales y militares venezolanos -incluyendo a El Aissami- presuntamente involucrados en la corrupción y abusos en el marco de los derechos humanos.

Venezuela ha estado en estado de emergencia económica por más de un año. En medio de una alta inflación y una profunda recesión causada en gran medida por los bajos precios del petróleo y amplificada por la mala gestión de la economía, Maduro ha descargado la culpa sobre Estados Unidos, argumentando que está planeando derrocarlo.