EE.UU. golpea la sucursal del mayor prestamista japonés por falencias con corresponsales extranjeros, financiación del comercio internacional, personal inadecuado, etc.

El regulador de los bancos más grandes y complejos de EE.UU. ha castigado a varias de las sucursales en EE.UU. de un gigante bancario japonés por una serie de fallas en el cumplimiento de delitos financieros en algunas de las áreas más riesgosas de la banca; esta es la segunda acción de cumplimiento en la misa cantidad de años.

La Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) del Tesoro de EE.UU. en una orden cease-and-desist encontró una gran cantidad de falencias ALD y de cumplimiento del régimen de sanciones en las sucursales de Nueva York, Chicago y Los Ángeles del MUFG Bank, Ltd., con sede en Tokio; continuando con una relación difícil que el banco ha tenido con los examinadores a nivel estatal y federal en los últimos años.

La OCC «identificó deficiencias en los controles internos de las sucursales, en el monitoreo de actividades sospechosas, en el programa de diligencia debida de corresponsales extranjeros, en el monitoreo del financiamiento del actividades comerciales, en la auditoría independiente y en las funciones de personal de los oficiales BSA», que se remonta a al menos a 2016 y que lleva a  una previa orden de noviembre de 2017, de acuerdo con la acción.

El grupo bancario ha tenido varias escaramuzas con los reguladores de EE.UU.

Casi al mismo tiempo que la orden anterior de 2017, el MUFG solicitó, y fue aprobado, cambiar su estatuto de supervisión regulatoria estatal a federal. También expulsó a los examinadores del Departamento de Servicios Financieros de Nueva York (NYDFS, por sus siglas en inglés) e intentó demandarlos para que permanecieran fuera.

Pero el NYDFS respondió que aún tenía autoridad para los problemas de ALD que ocurrieron bajo su estatuto. El grupo bancario también pagó más de US$ 500 millones por fallas similares en años anteriores.

La subsidiaria de MUFG, el Banco de Tokio-Mitsubishi, pagó US$ 565 millones en multas en 2013 y 2014 para resolver las acusaciones de que infringió las reglas de sanciones al participar en transacciones con países en listas negras de Estados Unidos.

Pero el banco declaró que esos problemas se han abordado y ha dado grandes pasos para fortalecer de manera más general las medidas de cumplimiento del delito financiero en todos los ámbitos.

En los últimos años, MUFG Bank ha “realizado inversiones sustanciales para fortalecer su cumplimiento ALD, incluso mediante el establecimiento de una División de Delitos Financieros Globales con sede en Nueva York para supervisar el cumplimiento de todos los delitos financieros, incluido el cumplimiento ALD, el cumplimiento de las sanciones de la OFAC y el cumplimiento anticorrupción en las operaciones mundiales de MUFG Bank”, según un comunicado.

La orden de cumplimiento continúa una tendencia entre los reguladores estatales y federales en los últimos ciclos de exámenes en los que los examinadores están vigilando más atentamente los corresponsales extranjeros y los controles del comercio internacional de bancos que no pertenecen a Estados Unidos.

No sorprende que, como resultado de este mayor enfoque, tanto los grandes bancos nacionales como los extranjeros con extensas redes de corresponsales extranjeros—particularmente aquellos con una propensión a los puntos sensibles actuales de EE.UU., como Irán, Rusia y China—, hayan tenido que fortalecer la supervisión de las instituciones corresponsales, tener una mejor idea de sus tolerancias de riesgo y base de clientes.

En algunos casos, los bancos han eliminado relaciones de corresponsalía con ciertas instituciones financieras extranjeras que consideraban de alto riesgo demasiado y, en algún caso más extremo, han eliminado los vínculos correspondientes con países y regiones enteras en un intento por evitar las críticas regulatorias, medidas de cumplimiento y sanciones.