EE.UU. está a punto de sancionar el NICA Act: una ley que puede tener un enorme impacto en Nicaragua

El Congreso de Estados Unidos aprobó esta semana el proyecto de ley Nicaraguan Investment Conditionality Act, conocido como NICA Act o Ley NICA, una ley que además de permitir la imposición de sanciones a altos funcionarios nicaragüenses y otros implicados en violaciones de derechos humanos dentro del gobierno de Daniel Ortega condiciona los préstamos de organismos internacionales a Nicaragua.

Luego de la aprobación del Congreso el presidente estadounidense Donald Trump tiene un plazo de diez días para firmar y formalizar la ley y que entren en vigor las sanciones.

Según la Ley NICA, el Departamento del Tesoro de EE.UU. podrá sancionar a “toda persona extranjera, incluidos funcionarios anteriores o actuales del gobierno de Nicaragua, o cualquier persona que actúe en nombre de ese gobierno”, que el presidente de EE.UU. determine que haya participado en “actos significativos de violencia o conductas que constituyan abuso o violación de los derechos humanos contra personas vinculadas con las protestas que empezaron en Nicaragua el 18 de abril de 2018”.

A través del NICA Act, EE.UU. también condicionará los préstamos de instituciones financieras internacionales a Nicaragua. La Ley NICA da instrucciones a los funcionarios estadounidenses de diversos organismos internacionales para que utilicen la influencia de Estados Unidos para oponerse a préstamos u otro tipo de asistencia financiera o técnica al gobierno nicaragüense para proyectos en Nicaragua.

El proyecto de Ley demoró más de dos años para su aprobación y cobró fuerza a partir de comienzo de 2018 debido a la represión del gobierno de Ortega contra grupos de protesta que hasta diciembre de este año registraba medio millar de muertos y 600 civiles presos.

La NICA Act se convertirá en una enérgica ley de sanciones dirigida al actual gobierno nicaragüense que se suma a la ley Global Magnitsky Sanctions Regulations (GLOMAG), que lista a personas y organizaciones con quienes los ciudadanos y residentes de Estados Unidos tienen prohibido hacer negocios y donde fueron incluidos funcionarios y allegados del gobierno de Nicaragua.

A partir de la inclusión en la GLOMAG estas personas se vieron imposibilitados de realizar negocios o tener cuentas en EE.UU. En julio de 2018 el gobierno de EE. UU. sancionó bajo la GLOMAG a tres funcionarios nicaragüenses por su responsabilidad en la represión y por participación en actos de corrupción. A fines de noviembre, Trump firmó un nuevo decreto ejecutivo específicamente sobre Nicaragua, que habilitó al Departamento del Tesoro a sancionar a otras dos personas.

Entre los funcionarios sancionados se encuentran la vicepresidenta Rosario Murillo, esposa de Ortega; el jefe de la Policía, General Francisco Díaz; Fidel Moreno Briones, funcionario del gobierno municipal de Managua; y Néstor Moncada Lau, uno de los principales asesores presidenciales. Otras personas han sido sancionadas por su participación en hechos de corrupción.

El proyecto de ley combina dos medidas legislativas propuestas por el senador republicano estadounidense Ted Cruz junto con el senador Bob Menéndez y los diputados Ileana Ros-Lehtinen y Albio Sires, convirtiéndose en un paquete integral para enfrentar la crisis en Nicaragua:

Nicaraguan Investment Conditionality Act, que fue impulsada por los Senadores Cruz y Patrick Leahy, ordena a Estados Unidos que se opongan a préstamos internacionales al gobierno de Nicaragua hasta que el Departamento de Estado pueda certificar que en Nicaragua se están tomando medidas efectivas para celebrar elecciones libres y justas, fortalecer el estado de derecho, combatir la corrupción y proteger las libertades fundamentales de todas las personas de Nicaragua.

Nicaragua Human Rights and Anticorruption Act, redactada por los Senadores Cruz y Bob Menendez, exige la imposición de sanciones a los funcionarios del gobierno de Nicaragua responsables de la muerte de manifestantes, violaciones de derechos humanos y actos de corrupción. Pide una solución política negociada para la crisis de Nicaragua, incluido el compromiso con las elecciones anticipadas, y exige informar sobre la participación de los funcionarios del gobierno de Nicaragua en hechos de corrupción y abusos de los derechos humanos.

El Senador Ted Cruz señaló su satisfacción por la aprobación de la ley: “Me enorgullece de haber trabajado junto a la Congresista Ileana Ros-Lehtinen y nuestros colegas en la Cámara de Representantes y el Senado para llevar a cabo una reforma democrática significativa y combatir los abusos contra los derechos humanos en Nicaragua. Durante años luchamos duramente por esta legislación significativa, y el voto de hoy en apoyo envía un fuerte mensaje al régimen de Ortega de que Estados Unidos no permitirá que los regímenes que cometen tales atrocidades y socavan el estado de derecho se beneficien del financiamiento internacional”, dijo Cruz

“El Congreso de EE.UU. no permitirá que el déspota Ortega continúe con abusos y represión. El régimen deberá rendir cuentas. Ahora el proyecto espera la firma del Presidente!”, señaló la congresista Ros-Lehtinen. “En un esfuerzo desesperado por aferrarse al poder, Ortega y sus matones han seguido reprimiendo la libertad de expresión y las manifestaciones pacíficas. Estados Unidos ha respondido al llamado del pueblo nicaragüense y continuará haciéndolo en apoyo de las necesarias reformas electorales y de derechos humanos”, añadió la congresista.

Una vez promulgada la NICA Act pueden correr riesgo ciertas líneas de préstamos que Nicaragua puede tener aprobadas con organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo. La NICA Act también puede provocar una mayor supervisión por parte de los bancos internaciones de sus relaciones de corresponsalía con sus pares de Nicaragua con la intención de incrementar los controles para evitar que ocurra alguna operación con personas o entidades sancionadas, aunque es poco posible que desate un cierre de estas relaciones internacionales sin una justificación seria.