La declaración de culpabilidad de Credit Suisse es un molde para más acciones penales contra grandes bancos

[private]El 26 de febrero en una sala de reuniones a solo unas cuadras del edificio del Capitolio de EEUU, el Fiscal General Adjunto James Cole buscaba defender la investigación de cinco años del Departamento de Justicia sobre Credit Suisse por haber albergado a evasores de Estados Unidos. El senador Carl Levin, presidente del Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado de EEUU que había llamado a declarar Cole, escuchaba atentamente.

Claramente no le gustaba lo que estaba escuchando. A lo largo de las audiencias, Levin había empujado al Departamento de Justicia a tomar medidas decisivas contra los bancos suizos acusados de facilitar la evasión de impuestos de EEUU. Cole definía la prolongada investigación como la construcción gradual de un caso preciso contra Credit Suisse. Si el caso era tan bueno, Levin preguntó, entonces, ¿dónde estaban los resultados?

“En algún momento, usted deberá jugar sus cartas”, le dijo Levin a Cole. “O nadie le va a creer que usted tiene una mano tan buena”.

Tres meses más tarde, el Departamento de Justicia jugó su mano contra Credit Suisse y obtuvo el 19 de mayo una declaración de culpabilidad del banco de un cargo penal de conspiración para ayudar a la evasión de impuestos en EEUU. El acuerdo incluye multas por US$2.600 millones. El gigante financiero suizo, que tiene una importante filial de banca de inversión en Nueva York, es el banco más grande en declararse culpable en EEUU en casi veinte años.

Al forzar a Credit Suisse a aceptar una declaración de culpabilidad, el Departamento de Justicia parece haber demostrado que una institución financiera puede ser acusada penalmente sin dañar significativamente la organización o afectar el sistema financiero. Con base en declaraciones públicas, los fiscales federales también pueden utilizar el caso de Credit Suisse como molde para futuras acciones de ejecución penal en contra de las instituciones financieras. Si es así, estos casos llevarán un ritmo determinado, extensa advertencia previa antes de que se presenten cargos, y una cuidadosa coordinación con los organismos reguladores para garantizar que las licencias de una institución que no sean revocadas.

«Siempre y cuando exista esta coordinación [con los reguladores], es posible sancionar penalmente a las empresas que han infringido la ley, sin importar su tamaño», dijo Holder en un mensaje grabado en video en marzo. «Esta cooperación resultará clave… [en] varias investigaciones importantes».

Sin embargo, al adoptar medidas para garantizar que los cargos criminales no sean una «sentencia de muerte» para una gran institución financiera, el Departamento de Justicia puede poner en duda su valor como herramienta de aplicación.

“Es poco común que en EEUU haya una persecución penal tributaria contra una entidad”, señala Bill Lovett, un abogado de Collora en Boston, y exfiscal de la División de Impuestos del Departamento del Tesoro. “Eso está reservado para individuos, y aumenta el valor disuasivo”.

“Esto sin lugar a dudas ha llevado a Credit Suisse a mejorar el cumplimiento”, dice Lovett. “La pregunta es, ¿impulsa al cumplimiento a la próxima organización?”

El CEO de Credit Suisse dice que “no se espera un impacto” luego de la declaración

Credit Suisse ya parece estar sacándose de encima la declaración de culpabilidad, sus acciones subieron más de un 1,5% el día después de que se anunciara el acuerdo y el CEO Brady Dougan indicó que lo más probable es que el acuerdo de culpabilidad no tenga «ningún impacto significativo en nuestro negocio». El año pasado, el directorio del banco aprobó una compensación de unos US$ 10 millones para Dougan, a pesar de las objeciones de algunos miembros.

Durante años, el Departamento de Justicia se ha basado en gran parte en los acuerdos de enjuiciamiento diferido y en sanciones civiles en las acciones de cumplimiento contra las instituciones financieras, especialmente los grandes bancos. En declaraciones, el fiscal general Eric Holder, dijo que la aceptación de culpabilidad de Credit Suisse refutó el concepto de que los bancos son «demasiado grandes para ir a la cárcel», afirmando que «esta acción debe poner fin a esa noción equivocada».

El caso puede que no sea una victoria indiscutible para el Departamento de Justicia. A pesar de la sanción monetaria y cargos criminales, Credit Suisse no dio a conocer los nombres de los evasores de impuestos de Estados Unidos que se le acusa de albergar, citando conflictos con las leyes suizas sobre el secreto bancario.

El Departamento de Justicia llegó a acuerdo después de meses de negociaciones con Credit Suisse. Bajo los términos del acuerdo de culpabilidad, Credit Suisse pagará US$1.800 millones al Departamento de Justicia, US$100 millones a la Reserva Federal, y US$715 millones al Departamento de Servicios Financieros de Nueva York. El total refleja US$196 millones que Credit Suisse pagó a la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU a principios de este año, para desechar los cargos que lo acusan de que ofreció servicios de correduría e inversión a clientes de EEUU sin licencia.

El papel de la gerencia, la extensión del ardid impulsaron la decisión de buscar cargos penales

A diferencia de los casos anteriores, la matriz de Credit Suisse, y no una filial, firmó el acuerdo de culpabilidad. Recientemente, el Departamento de Justicia ha permitido que las filiales de las principales instituciones acepten declaraciones de culpabilidad, en lugar de sus matrices. El año pasado, una filial japonesa de Barclays se declaró culpable de cargos de fraude relacionados con la manipulación de las tasas de cambio Libor.

Algunos expertos señalan que varios factores posiblemente contribuyeron a la decisión del Departamento de Justicia de exigir una declaración de culpabilidad por parte de Credit Suisse, incluyendo el carácter sistémico y de larga duración del esquema de la evasión fiscal, la participación de los empleados de alto nivel del banco, y la destrucción de los documentos relacionados a los clientes estadounidenses.

Una lección del caso de Credit Suisse es que posiblemente la cooperación sea la mejor opción una vez que se inicia una investigación, dice Lovett. “Cuando se está en un pozo, se debe dejar de cavar”, apuntó.

Credit Suisse mantuvo durante «décadas» operaciones para prestar servicios a los evasores de impuestos de Estados Unidos, según la información penal presentada en el Distrito Este de Virginia. El CEO de Credit Suisse Dougan ha sostenido que las violaciones se limitaban a un pequeño número de gerentes de relaciones concentrados en el escritorio «América del Norte Internacional» del banco. Documentos presentados en el caso muestran un esquema más amplio, donde unos 450 empleados prestan servicios a cuentas no reveladas de Estados Unidos. Para 2006, Credit Suisse mantenía cuentas para unos 22.000 clientes de Estados Unidos, con un estimado de US$ 10.000 millones.

En una señal ominosa para los antiguos clientes estadounidenses de Credit Suisse y otros bancos vinculados a su negocio, el acuerdo de culpabilidad «requiere que Credit Suisse proporcione información detallada sobre otros bancos que transfirieron fondos a cuentas secretas, o que aceptaron fondos cuando las cuentas secretas se cerraron».

Esa información puede ofrecer al Departamento de Justicia nuevos detalles sobre dónde se fueron los evasores de EEUU luego de que comenzara la mano dura para los bancos suizos con el caso de UBS en 2009.

“Lo que verás es que el Departamento de Justicia y el IRS irán más allá de Suiza, y apuntarán a otros países que no cumplen”, dice Lovett.

Los casos pendientes pondrán a prueba el enfoque utilizado en el caso Credit Suisse

El Departamento de Justicia tendrá la oportunidad de poner a prueba el uso de cargos penales en un futuro próximo. BNP Paribas estaría cerca de llegar a un acuerdo de culpabilidad que involucraría cerca de US$ 5.000 millones en multas por violar el régimen de sanciones de EEUU con transacciones a Irán, Birmania y Siria. Queda por ver si las declaraciones de culpabilidad o cargos criminales se convertirán en un elemento habitual en las acciones legales por delitos financieros.[/private]