FATCA y su sistema de retroalimentación

Por David Olenzak *

Advertencia: las autoridades tributarias de Estados Unidos tienen un sistema de retroalimentación de datos incorporado.

En Estados Unidos, las instituciones financieras locales proporcionan los estados financieros al titular de la cuenta y a la autoridad fiscal del país: el Internal Reveue Service o IRS.  Esto le permite al IRS asegurarse que todos los ingresos sean completamente revelados.  Para cuentas fuera de EE.UU., históricamente las Instituciones financieras extranjeras (FFI, por sus siglas en inglés) sólo han proporcionado información de las cuentas a los titulares de las mismas. Del titular –ciudadano estadounidense— se esperaba que reportara voluntariamente la información de sus ingresos al IRS mediante los formularios de impuestos a través de los reportes FBAR o 8938.

La ley FATCA fue creada para salvar esa brecha.  Al tener el compromiso por parte de las instituciones financieras extranjeras de reportar información sobre los contribuyentes estadounidenses con cuentas financieras fuera de EE.UU., el IRS puede comparar esa información con la presentada por el individuo en sus declaraciones de renta anual y determinar si tienen ingresos no declarados en el exterior.

Lo que muchas instituciones financieras extranjeras no se dan cuenta es que esto puede funcionar en ambos sentidos.  Tomemos una hipotética institución financiera extranjera que se ha inscrito en FATCA y haya acordado reportar información sobre las personas (naturales y jurídicas) obligadas a pagar impuestos en Estados Unidos.  Si la institución financiera no presenta un informe FATCA, una de dos cosas puede ser cierta: la institución financiera extranjera no tiene ningún contribuyente de Estados Unidos o si los tiene y simplemente no cumple con sus obligaciones de reportar.  Digamos que la institución financiera extranjera tiene diez cuentas estadounidenses que deberían haber sido reportadas y no lo hace.  Si incluso uno de los diez contribuyentes estadounidenses informa voluntariamente su cuenta fuera de EE.UU., el IRS sabe que la institución financiera extranjera no está cumpliendo con sus obligaciones.  Al revés, si la institución financiera informa a los diez contribuyentes de Estados Unidos y sólo uno de los voluntarios reporta su información, el IRS puede ir tras los otros nueve por no informar.

Esto se traduce un poco en la teoría de juego llamada “El dilema del prisionero”.  En dicha teoría, un policía atrapa a dos sospechosos en la escena del crimen.  El policía los detiene y los pone en celdas separadas para que no puedan comunicarse. Le dice a cada uno de ellos que no tiene ninguna evidencia física, así que si ambos afirman que son inocentes, se verá obligado a liberarlos.  Si alguno de los dos presos admite que ambos sospechosos cometieron el crimen el policía le pedirá al juez que proporcione una sentencia muy ligera para recompensar su honestidad.  Sin embargo, si un preso admite culpabilidad y el otro inocencia, el policía le pedirá al juez el máximo castigo para el mentiroso que dijo ser inocente.

En teoría, lo más beneficioso sería que ambos presos se declaren inocentes y sean liberados.  Sin embargo, ya que cada prisionero no sabe lo que el otro va a decir, es más común que la gente racional admita la culpa y tome una sentencia ligera. De no hacerlo y declararse inocente puede que se enfrenten a una larga condena si su compañero sí se declarar culpable.  Esto mismo es cierto para las entidades financieras extranjeras como para los contribuyentes estadounidenses.  Sería conveniente para ambas partes no reportar los ingresos, sin embargo, temerosos de que la otra parte pudiera, ambas partes probablemente cumplan.

Actualmente, el IRS está ejecutando un programa de amnistía para los contribuyentes de impuestos estadounidenses.  Si un contribuyente estadounidense alza la mano y declara sus cuentas fuera de EE.UU. que no fueron declaradas previamente, tendrá que pagar los impuestos atrasados, intereses, y una pena del 20%, y luego será absuelto.  Esto es mejor para el contribuyente que si el IRS lo encuentra primero.

Si yo fuera el IRS, tomaría las próximas 100 personas que pidan amnistía y haría una lista de sus productos financieros y de las instituciones financieras extranjeras de las que son clientes.  A continuación, pediría los formularios FATCA de cada una de estas instituciones financieras. Detrás de cada cuenta habría un ejecutivo de ventas.  Esta persona de ventas probablemente estaba apuntando a clientes estadounidenses, y de alguna manera en los años previos a FATCA los clientes estadounidenses tenían la sensación que podían mantener la cuenta y probablemente salirse con la suya sin pagar impuestos.  Para cada formulario FATCA, una de dos cosas puede pasar: no hay presentación del formulario FATCA, en cuyo caso el IRS podría notificar a la institución y/o autoridad fiscal de su jurisdicción que la institución financiera debe rendir cuentas debido a su incapacidad de adherirse a sus compromisos de presentación de reportes; o se presenta un formulario de FATCA.  Con el formulario FATCA, siendo el IRS, buscaría las declaraciones de impuestos de cada persona en los formularios, en busca de personas que no declararon voluntariamente sus ingresos fuera de EE.UU.

Como pasa con la policía de tráfico, el IRS no tiene el poder de atraparlos a todos.  El objetivo es obtener el cumplimiento voluntario, busca atrapar a suficientes personas para que asuste al resto y los lleve a cumplir.  Además, aunque comparar las cuentas declaradas con las reportadas en los formularios FATCA pareciera un ejercicio tecnológico sencillo, yo no lo aconsejaría puesto que alertaría al IRS.

Si intenta hacer que todas las cuentas se correspondan, si alguien no recibe una carta de no conformidad, el IRS inadvertidamente enviaría el mensaje que usted está «cumpliendo» y permitiéndole salirse con la suya y no informar.

A diferencia de la lucha contra el lavado de dinero, donde las posibilidades de ser atrapado por tener algún individuo o entidad sancionado en su base de clientes era relativamente remota y el cumplimiento ALD es determinado por los reguladores locales, con FATCA el IRS tiene los datos para corroborar el cumplimiento o la falta de éste.  Además, hay dólares reales detrás de esto.  Todos los evasores de impuestos atrapados significan más dólares para el Tesoro de Estados Unidos. Está advertido.

David Olenzak es el fundador y Presidente de Trans World Compliance, Inc. proveedor de tecnología para apoyar el cumplimiento FATCA  y CRS por parte de instituciones financieras y autoridades fiscales. David Olenzak es un emprendedor serial con un pasado en TI y experiencia de más de quince años en Cumplimiento y RegTech.