El GAFI busca actualizar el escenario de los riesgos que presentan las Organizaciones Sin Fines de Lucro

Las organizaciones terroristas y las organizaciones sin fines de lucro tienen objetivos muy diferentes, pero a menudo se basan en las capacidades logísticas similares: fondos, material, personal y la influencia pública son recursos clave para las organizaciones sin fines de lucro (ONG o NPO por sus siglas en inglés). Las organizaciones terroristas buscan los mismos recursos para promover su causa, lo que hace que las ONG se puedan volver vulnerables al abuso de terroristas.

La Recomendación 8 del Grupo de Acción Financiera Internacional requiere que los países revisen sus marcos legales para asegurar que estas organizaciones de caridad no sean utilizadas como instrumentos para financiar actividades terroristas.

El GAFI llevó a cabo recientemente en Bruselas una reunión con el sector de las organizaciones sin fines de lucro con el objetivo de ajustar las mejores prácticas que los diferentes gobiernos y organizaciones pueden implementar para proteger al sector de los abusos de personas y grupos criminales que las utilizan para financiar actos terroristas y también conversar en torno al tema del acceso de las ONG a los servicios financieros.

La reunión estuvo dirigida por el presidente del GAFI, Roger Wilkins, y participaron representantes de 28 delegaciones de jurisdicciones miembros y observadores, 21 organizaciones sin fines de lucro y dos instituciones financieras.

De acuerdo con el propio GAFI en la reunión se puedo explorar en mayor profundidad una serie de temas y asuntos vinculados con el estatus de las ONG y se intercambiaron ideas y experiencias sobre cómo enfrentar los principales riesgos y peligros que presenta el sector.

Uno de los temas que se exploró, debido a la enorme diversidad y características de las organizaciones sin ánimo de lucro y los diversos ambientes donde operan, es la necesidad de evitar un enfoque único que incluya y tome a todas las organizaciones por igual.  También es fundamental que los países realicen una evaluación de riesgo a nivel nacional y local de estas entidades para que tengan una idea más clara de cuáles organizaciones en cada país pueden estar enfrentando peligros de ser utilizadas para financiar actos terroristas.

En la reunión se exploraron cuáles son las principales vulnerabilidades que enfrenta el sector, incluyendo recientes conclusiones de un informe de tipologías del GAFI que confirma que no todas las organizaciones sin fines de lucro enfrentan grandes riesgos de ser abusadas para la financiación de actividades terroristas.

El informe destaca que las ONG corren el peligro de ser abusadas por terroristas en diferentes niveles e instancias: desde la apropiación indebida de la recaudación de fondos en la calle hasta la infiltración de organizaciones terroristas en los programa para promover su ideología.

Destaca el GAFI en su informe que existen otros factores que vuelven a las ONG muy atractivas para las organizaciones terroristas, algunos de los cuales son:

  • La globalización, que cambió la forma en la que las ONG funcionan y que las llevan a áreas donde operan redes terroristas. Esto ha creado redes financieras y de logística o transporte que son funcionales a las organizaciones terroristas.
  • La enorme fuerza laboral transitoria con la que cuentan las ONG, y el hecho de que una importante parte de ésta esté compuesta por voluntarios. Los antecedentes de los empleados y voluntarios por lo general no son revisados en forma exhaustiva. Las entidades sin fines de lucro también tienen dificultadas para atraer y retener personal que cuente con experiencia técnica en evaluación de riesgo, cumplimiento y asuntos legales.
  • Las ONG por lo general no reciben el escrutinio riguroso al que sí se ven sometidos otros sectores debido a la alta confianza que por lo general se tiene de la función social y del buen trabajo hecho por las ONG. Las redes terroristas abusan de esta confianza y se aprovechan de las actividades legales de ONG desinformadas de la situación, o imitan o crean entidades legítimas.

Entre algunos de las conclusiones que se desprenden del informe sobre tipologías se encuentra que las ONG pueden tener más de una vulnerabilidad y que los terroristas buscarán explotar más de una debilidad. En los casos analizados el desvío de los fondos de las ONG por parte de entidades terroristas fue el principal método de abuso, sin embargo otros abusos no financieros también aparecían en forma regular como por ejemplo utilizar la organización para reclutar adeptos.

Las ONG de mayor riesgo son aquellas que participan en actividades de “servicio”, y que funcionan en las proximidades de una amenaza terrorista. Esto puede referirse a una ONG que opera en una zona de conflicto donde existen amenazas activas de terrorismo u ONG que operan en zonas donde la población es blanco de grupos terroristas, en ambos casos la variable clave de riesgo no es geográfico, sino de proximidad con una amenaza activa.

Otra conclusión importante del informe fue que para frenar el mal uso de estas organizaciones, o mitigar un riesgo sustancial, se utilizaron diferentes medidas incluyendo la acusación penal, pero que las medidas de cumplimiento, las sanciones pecuniarias y otras sanciones financieras jugaron un importante papel para interrumpir el abuso

En la reunión del GAFI también se exploraron las actuales iniciativas del sector para mitigar los riesgos de financiación del terrorismo, incluyendo medidas que están implementando organizaciones en zonas de conflicto y ejemplos de mejores prácticas para mantener un buen gobierno, transparencia e integridad del sector. La implementación errónea o la mala interpretación de los estándares del GAFI pueden impactar negativamente en las actividades de legítimas organizaciones de caridad.

El nuevo informe sobre mejores prácticas para combatir el abuso de organizaciones sin fines de lucro, que se estima estará listo en junio, llevará a un mejor entendimiento por parte de países, ONGs, instituciones financieras y donantes sobre cómo proteger a estas organizaciones de ser infiltradas o abusadas por terroristas, de acuerdo con los estándares del GAFI y un enfoque basado en el riesgo.