Un nuevo informe de FinCEN urge a una colaboración estrecha entre las áreas de lavado y ciberprotección

La Unidad de Información Financiera de EE.UU., Red de Control de Crímenes Financieros (FinCEN), reforzó su llamado a una mayor coordinación entre las unidades y los equipos responsables de cumplimiento contra el lavado de dinero y la seguridad cibernética esta semana en un nuevo informe centrado en «cibereventos y ciberdelitos». El informe, de nueve páginas, proporciona orientación sobre actividades sospechosas para el reporte de incidentes cibernéticos, incluyendo distintos tipos de información como direcciones de IP e identificadores de dispositivos que pueden ser útiles para informar en los Reportes de Operaciones Sospechosas. El documento también insta a un enfoque convergente para la mitigación del riesgo de la delincuencia informática; por ejemplo «…alienta a las instituciones a que compartan internamente la información pertinente con los profesionales antilavado, personal de seguridad cibernética, equipos de prevención de fraude y otros» equipos afectados.

El valor de los reportes para combatir cibercriminales y delitos cibernéticos

FinCEN y las agencias de aplicación de la ley utilizan regularmente información de los reportes de instituciones financieras para iniciar investigaciones, identificar a los criminales, e interrumpir y desmantelar las redes criminales. La información relacionada con las operaciones cibernéticas que las instituciones financieras incluyen en estos reportes es una valiosa fuente para futuras investigaciones. Las agencias de aplicación de la ley han sido capaces de utilizar la información relacionada con el escenario cibernético –como direcciones IP con marcas de tiempo, datos de eventos cibernéticos, e información de monederos virtuales, por ejemplo—para perseguir a los delincuentes, identificar a las víctimas, y rastrear los fondos ilícitos.

Por ejemplo, los reportes de más de 20 instituciones financieras–por transacciones relacionadas con delitos cibernéticos–jugaron un papel clave en la investigación de una compañía de internet, sus cofundadores y otros colaboradores. Esta compañía operó como un negocio transmisor de divisas online, que no contaba con registro, y ofreció servciios de divisas digitales que eran diseñados específicamente para proveer anonimato con la intención de facilitar el delito y el lavado de dinero a escala internacional. Los delincuentes utilizaron esta compañía para mover más de US$ 6.000 millones en transacciones ilícitas que involucraban fondos de ataques cibernéticos, fraudes de tarjetas de crédito, pornografía infantil, esquemas Ponzi, robo de identidad, y tráfico de drogas y otros contrabandos.

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