La Unión Europea toma medidas para armonizar las reglas ALD/CFT


  • El regulador bancario de la Unión Europea ha propuesto una guía para los oficiales de cumplimiento del sector financiero, otro paso en el esfuerzo de Europa por renovar su sistema ALD/CFT.
  • La propuesta de la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés) con sede en París es el más reciente esfuerzo de la UE por armonizar las normas contra el lavado de dinero de los estados miembros y para que la implementación ALD/CFT no quede en manos de los países sino del bloque en su conjunto.


El regulador bancario de la Unión Europea ha propuesto una guía para los oficiales de cumplimiento del sector financiero, otro paso en el esfuerzo de Europa por renovar su sistema ALD/CFT.

La propuesta de la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés) con sede en París es el más reciente esfuerzo de la UE por armonizar las normas contra el lavado de dinero de los estados miembros y para que la implementación ALD/CFT no quede en manos de los países sino del bloque en su conjunto.

En julio, la Comisión Europea, el brazo legislativo de la UE, propuso la creación de una agencia contra el lavado de dinero con autoridad de supervisión directa sobre las empresas financieras. La propuesta se produjo después de que dos escándalos que involucraron al banco letón ABLV y al Danske Bank de Dinamarca llevaron al bloque el año pasado a decir que crearía un reglamento contra el lavado de dinero en toda la UE.

La propuesta de la EBA da inicio a un período de consulta pública que finaliza a principios de noviembre. Posteriormente, se espera que la agencia finalice los nuevos estándares.

Si bien el papel futuro de la EBA para abordar el lavado de dinero no está definido a la luz de los planes para crear una agencia especializada en la lucha contra el lavado de dinero, la orientación debería tener un impacto inmediato en las instituciones financieras, señalan algunos expertos.



La EBA dijo que su propuesta de casi 50 páginas por primera vez enumera exhaustivamente las expectativas regulatorias de la UE sobre cómo las empresas del sector financiero deberían establecer y gestionar programas de lucha contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo. La propuesta describe un marco para dichos programas, con requisitos mínimos para las funciones y responsabilidades de los oficiales de cumplimiento y los miembros de las juntas directivas.

Aunque algunos estados miembros ya tienen estándares similares contra el lavado de dinero, la propuesta debería ser útil para las instituciones financieras y sus oficiales de cumplimiento debido a su minuciosidad y especificidad.

La propuesta se produjo después de que dos escándalos que involucraron al banco letón ABLV y al Danske Bank de Dinamarca llevaron al bloque el año pasado a decir que crearía un reglamento contra el lavado de dinero en toda la UE.

La guía requeriría que un miembro de la junta directiva de una institución financiera sea particularmente responsable del programa ALD/CFT de la empresa, aunque el resto de la junta también tendría la responsabilidad.

También detalla las responsabilidades de los oficiales de cumplimiento, incluso en las áreas de debida diligencia con los clientes y de reporte de transacciones sospechosas a las autoridades nacionales. Los oficiales de cumplimiento deben informar directamente a la junta directiva de la empresa, de acuerdo con la propuesta.

La guía propuesta dice que las decisiones estratégicas relacionadas con los programas ALD/CFT no deben subcontratarse a terceros.

La EBA también estableció los pasos que deben tomar las autoridades nacionales, como examinar la experiencia profesional de los oficiales de cumplimiento cuando son nombrados para asegurarse de que están calificados.

Un énfasis de la guía es el requisito de que los bancos designen a un oficial de cumplimiento grupal que sea responsable de armonizar el enfoque de una institución financiera sobre las reglas contra el lavado de dinero en los estados miembros. Esa guía se hace eco de una directiva que la UE emitió en 2015.

La EBA dijo que había analizado los escándalos de lavado de dinero y concluyó que una de las causas era la falta de líneas jerárquicas entre las oficinas locales de las instituciones y los órganos de gestión de sus grupos.