Indonesia y Argentina, dos exitosos casos de amnistía fiscal en un nuevo escenario mundial de transparencia

En marzo finalizaron dos de los programas de sinceramiento fiscal más exitosos de los últimos años, por un lado, Indonesia, la mayor economía del Sudeste Asiático, logró que 745.000 contribuyentes declararan por lo menos US$330.000 millones que no figuraban en el radar de sus autoridades fiscales, por el otro lado Argentina señaló que sus ciudadanos blanquearon US$117.000 millones en activos al finalizar su programa el 31 de marzo, un 21% de su producto bruto interno.

Con los miles de millones de dólares exteriorizados, Indonesia y Argentina se ubican en primer y segundo lugar, respectivamente, de los más exitosos programas de sinceramiento fiscal a nivel mundial. Luego, en tercer lugar, se ubica Italia (con US$102.000 millones blanqueados en 2009); seguido por Brasil (US$53.000 millones) y España (US$45.000 millones declarados en 2012).

En Argentina, el 80% de las declaraciones provino del exterior. Casi la mitad de las operaciones fueron para declarar inversiones, un tercio para cuentas bancarias y un 17% para inmuebles.

El mayor aporte fue la casi duplicación de la base imponible del impuesto a los bienes personales, que rondaba los US$ 116.000 millones y ahora quedó establecida en US$ 226.000 millones, un crecimiento del 94%.

El total recaudado por el fisco en Argentina, que utilizará para el pago de haberes jubilatorios, fue de $148.600 millones (aproximadamente US$9.500 millones).

En total ingresaron al sinceramiento unas 254.000 personas de las cuales el 96% corresponde a personas físicas y sólo 4% a personas jurídicas. El promedio de sinceramiento, entonces, fue de US$440.000 por declarante.

El 80% de los activos declarados, US$93.300 millones, fueron declarados en el exterior. De ese total, US$55.000 millones corresponden a blanqueo de inversiones, de las cuales el 30% fueron en Estados Unidos, 26% en Suiza y 15% en las Islas Vírgenes. Otros US$25.900 millones corresponden a cuentas bancarias, de los que el 45% estaban depositados en Estados Unidos, el 32% en Suiza y el 9% en Uruguay. Por último, US$10.000 millones de inmuebles (57.000 unidades blanqueadas). La mitad de las propiedades fueron declaradas en Uruguay, 37% en Estados Unidos y 4% en Brasil. En el país se declararon un total de US$23.500 millones.

La moratoria, por su lado, regularizó $117.000 millones de deuda con el fisco, a través de más de medio millón de planes de pago y contribuyentes inscriptos por un total de 475.000.

El gobierno de Argentina destacó que las declaraciones del blanqueo ampliarán la base imponible para el impuesto a los Bienes Personales. Para el caso de lo que tributa ese impuesto desde el exterior, el aumento de la base es de 495%, ya que pasará de los US$19.000 millones objeto de tributación a US$113.000 millones. La base imponible doméstica se ampliará de US$116.000 millones a US$226.000 millones, un incremento del 94%.

Otra consecuencia lateral que tendrá esta ampliación será una mayor recaudación de impuesto a las Ganancias que redundará en un reparto mayor hacia las provincias, en medio del debate entre la Nación y los gobernadores sobre la reforma tributaria.

Los grandes montos de dinero fuera de la fiscalización de las agencias tributarias nacionales muestran la desconfianza de los ciudadanos a los distintas gobiernos y vaivenes económicos, aunque a la decisión actual de adherir a estos programas de moratoria también aportó mucho el nuevo contexto global, caracterizado por un mayor intercambio información tributaria entre los países.

El nuevo mundo de transparencia fiscal y la entrada en vigencia de los intercambios automáticos en el 2017 sin lugar a dudas influyeron en la toma de decisión de muchos contribuyentes, a través del Common Reporting Standard de la OCDE los países firmantes comenzarán a compartir información automática de las bases de datos sin aviso a los contribuyentes. En septiembre de 2017 se producirá el primero de los canjes informativos con unos 55 países.