Impactante arresto del vicepresidente de Samsung por corrupción

Lee Jae-yong, vicepresidente de Samsung Group, fue arrestado y encarcelado la semana pasada en Seúl por cargos de soborno.

La detención se produjo poco después de que un juez en el Tribunal Central del Distrito de Seúl emitió una orden judicial.

«Está demostrado que es necesario detener (a Lee Jea-Yong) a la luz de la nueva acusación y de nuevas pruebas¨, indició en un comunicado un portavoz judicial de Corea del Sur.

Lee, de 48 años, cuya familia controla a Samsung, es acusadop de pagar más de US$36 millones en sobornos a la confidente de la presidente Park Geun-hye, Choi Soon-sil.

A cambio, los fiscales alegan que recibió favores políticos, incluido el apoyo a la fusión de dos filiales de Samsung en 2015. La fusión permitió que Lee tomara el control de facto de Samsung.

Lee ya se encontraba en un centro de detención tras comparecer ante el tribunal unas jornadas previas, a la espera de que los jueces decidieran si era necesario o no emitir una orden de arresto contra él. Tras el arresto, Samsung emitió un comunicado afirmando que la compañía hará «todo lo posible para asegurar que la verdad sea revelada en los futuros procesos judiciales».

Lee, ya había sido interrogado varias veces por su presunto papel en el escándalo. El mes pasado, se libró de ser detenido después de que un tribunal dictaminara que no había bastantes pruebas contra él.

Lee se ha convertido en el presidente de facto de Samsung después de que su padre sufriera un ataque cardíaco en 2014. El padre de Lee, Lee Kun-hee, está incapacitado, pero sigue siendo el presidente de Samsung. La compañía es el mayor conglomerado de gestión familiar en Corea del Sur.

Los fiscales también acusaron a Lee – que también es conocido como Jay Y. Lee – de malversación de fondos, transferencia ilegal de propiedad en el extranjero y cometer perjurio durante una audiencia parlamentaria.

La detención de Lee es la primera de un responsable de Samsung y podría afectar a todo el conglomerado, que representa una quinta parte de la economía surcoreana e incluye al primer fabricante mundial de teléfonos inteligentes, Samsung Electronics.

El grupo apenas se está recuperando del duro revés que sufrió con la retirada de su modelo estrella, el Samsung Galaxy Note7, debido a un problema en la batería de algunos teléfonos que llegaron incluso a incendiarse.

Choi Soon-Sil está siendo juzgada por haber utilizado su relación con la presidenta destituida para obligar a grandes conglomerados surcoreanos a pagar millones de dólares a sus dos fundaciones privadas que supuestamente tenían fines caritativos, pero cuyos fondos aprovechaba a título personal.

Samsung fue el más generoso de esos conglomerados, donando 20.000 millones de wones (US$17 millones) a las fundaciones de Choi y ordenando un giro de millones de euros para financiar entrenamientos en Alemania para jinetes surcoreanos, entre los que se encontraba la hija de la confidente.

El pago era, supuestamente, a cambio de que el gobierno respaldara una fusión de dos filiales de Samsung, un movimiento crucial para el traspaso hacia Lee de los poderes de la compañía.

Los poderes de la presidente Park fueron suspendidos por el parlamento en diciembre por abuso de poder. El Tribunal Constitucional decidirá si será permanentemente destituida o reintegrada.